2 Timoteo 2: 22 NTV: “Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.”
En nuestro peregrinaje por este mundo hay muchos gigantes que debemos enfrentar, guerras que necesitamos pelear, pero también enemigos de los que debemos HUIR.
“Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles.” Aquí no tenemos opción de lucha, no hay nada qué meditar ni a qué detenerse, la única alternativa es HUIR, porque es un enemigo tan poderoso que puede fácilmente capturarnos, encadenarnos y dejarnos en su prisión para siempre. Desafortunadamente, en este calabozo han caído grandes ministros del Señor, llenos de conocimiento, estudiosos de la palabra, apologistas, pastores, ministros de alabanza, con muchos y pocos años en el evangelio. Tratándose de las pasiones que satisfacen los deseos del cuerpo, perdieron, pensando que podían dar la batalla, esa que no estaban llamados a pelear sino a escapar por su propia vida. Salir de allí es extremadamente difícil, algunos han tenido que atravesar largos desiertos para poder restaurar su relación con el Señor, otros perdieron su ministerio para siempre.
Son muchas las tentaciones y los dardos que diariamente recibimos, por todos los frentes, para caer en estas pasiones, basta con prender la televisión o la radio, con un clic, reunirte con amigos no cristianos para charlar, almorzar con tus compañeros de trabajo, basta con llevar una vida de soledad para ser aún más vulnerable a la tentación, de la cual hombres y mujeres podemos quedar presos, sin excepción. Una sola mirada a la pornografía, a una escena cargada de sexo, un baile sensual con alguien y la puerta quedó abierta, si no huimos, empezaremos a ser envueltos en los lazos de Satanás hasta alejarnos para siempre del camino de santidad que queríamos llevar. No se trata de encapsularnos, sino que, cuando lleguen estos temas, actuemos con radicalidad y no demos pie a que entre en nuestro corazón en el contexto inadecuado.
“Más bien, vístanse con la presencia del Señor Jesucristo. Y no se permitan pensar en formas de complacer los malos deseos.” (Romanos 13:14 NTV)
Dos ejemplos claros en la palabra de Dios: Un hombre físicamente fuerte y muy poderoso, que pudo tener una vida exitosa como líder del pueblo de Dios conforme al llamado que había para él, sin embargo, prefirió dejar que sus impulsos pasionales y sus emociones controlaran su vida, se rindió a su servicio antes que al propósito de Dios, lo cual tuvo consecuencias devastadoras no sólo en su vida sino en la de otros: Sansón, quien terminó siendo un juguete de sus enemigos (Jueces 16:25).
Por otro lado, tenemos al menor de 12 hermanos, un hombre muy apuesto y bien fornido (Génesis 39:6), fortalecido en la presencia de Dios, de tal forma que, supo esperar en él, pelear sus batallas, pero también supo cuando era el momento de huir; cuando la pasión desenfrenada de una mujer lo buscó (el plan de Satanás para detenerlo en el propósito de Dios), su respuesta fue ¡huir! (Génesis 39:12). José no sólo fue restaurado por Dios, sino que cumplió el propósito para el cual Dios lo había formado en el horno de la aflicción.
Entonces, ¡huyamos! ¿Hacia dónde?: “En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz,” esta es la dirección correcta, la que necesitamos transitar. Y podemos hacerlo acompañados, una lección muy importante para la vida es rodearnos correctamente, es decir, de las personas adecuadas. Pablo nos lo dice de una forma muy bonita, ¡DISFRUTEMOS! “del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro”.
“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” (Proverbios 13:20 NTV)
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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