2 Timoteo 3:1-5 RVR60: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”
Los postreros días son hoy, vivimos en un tiempo de dificultad en muchos sentidos. La iglesia de Jesucristo constantemente ora por salud, violencia, escasez, corrupción, maldad. Día a día vemos como cada palabra profética se va cumpliendo: “Llamarán a lo malo bueno y a lo bueno malo…” (Isaías 5:20), donde la humanidad es permeada de tanto pecado y se familiariza con el.
Al leer con detenimiento estos versículos que escribe Pablo, encontraremos que cada una de estas palabras lleva detrás un tinte de orgullo. El orgullo de tener más que los demás (avaricia), el orgullo de creer que sabemos más que nuestros padres (desobedientes a los padres), el orgullo de pensar que no necesitamos de nadie (ingratos), y así podemos seguir relacionando a cada palabra del pasaje.
Pues resulta que, cuando Pablo dice: “habrá hombres…” (v.1), no se refiere solo a los incrédulos, se refiere también a aquellos que afirman ser cristianos, considerando que también menciona que: “tendrán apariencia de piedad”. ¿Te sientes orgulloso de continuar tu vida sin entregarle a Dios aquel perdón que necesitas dar, aquel integrante de tu familia que le ha quitado el lugar a Dios, aquella actitud engreída por tu aparente santidad y comunión con Dios? Ten cuidado, no podemos continuar siendo orgullosos, creyendo que hay áreas en las que la solución la tendremos nosotros. Esto es enemistad con Dios y nos demuestra que aún en nuestros corazones hace falta el amor de Cristo, negaremos la eficacia de la piedad.
“El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída.” (Proverbios 16:18 NTV)
Nuestra solución, única solución es Jesucristo, obrando en toda nuestra vida, Él hoy nos quiere señalar el orgullo que silenciosamente se aloja en nuestros corazones, no para juzgarnos, cuando él señala es porque tiene planes, nuestro Dios hoy nos quiere hacer libres del orgullo para caminar sin cadenas hacia su propósito.
Tiempo de Hablar con Dios: Dios del Cielo, hoy tu iglesia sube la mirada a ti, clamando por la manifestación de tu poder glorioso, permite que Casa de Refugio sea libre del orgullo, desarraiga de nuestros corazones todo lo que se ha querido robar tu lugar, el anhelo de ser más, de tener más, de creernos más y ayúdanos a ocuparnos de ti, de tu reino, de nuestra vida junto a ti, de ser instrumentos útiles para tus propósitos eternos. Muéstranos cómo ser una iglesia que no cambia por el pecado del mundo sino que llega a cada vida para mostrar a Cristo y su camino de salvación, ¡Espíritu Santo haznos testimonio de tu piedad y pureza, queremos ser limpios! En el nombre de Jesús, Amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (MALS)
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