«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.» Lucas 18:16 (NVI)
En este Capitulo, Jesús nos muestra una lección profunda y hermosa sobre la fe y la importancia de acercarnos a Dios con un corazón como el de un niño; confiado, sin reservas, ni temor, con una fe genuina y sin pretensiones. Nos recuerda que en el reino de Dios, la humildad y la confianza son altamente valoradas; por eso nos anima a imitar esa actitud en nuestra relación con Dios.
Sé que en nuestras vidas y nuestros hogares, a menudo nos enfrentamos a desafíos, preocupaciones y distracciones que pueden alejarnos de Dios, pero en medio de todo esto, Jesús nos invita a venir a Él como niños. Nos llama a confiar en Él sin reservas, a acercarnos con humildad y sinceridad, sabiendo que Él nos ama y nos recibe con los brazos abiertos.
Abramos nuestros corazones a su amor, confiemos en su guía y busquemos su voluntad en todo momento. Que nuestra familia sea un reflejo del amor y la gracia de Dios, y que juntos experimentemos la plenitud de vida que solo Él puede dar.
Hoy, el desafío es a compartir en familia momentos de oración, agradeciendo a Dios por cada miembro de la familia. Animemos a los niños a expresar sus pensamientos y sentimientos. Reflexionemos juntos sobre cómo podemos acercarnos a Dios con una fe más simple y confiada, siguiendo el ejemplo de los niños y oremos para que en cada familia reine la paz y la confianza de nuestro amoroso Padre celestial.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KG)
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