El capítulo completo de Lucas 4 relata el momento en que Jesús fue llevado por el espíritu al desierto por 40 días y es tentado por el diablo. Al regresar victorioso a Nazaret, lee este pasaje del libro de Isaías que se refiere a su misión y propósito. Aunque inicialmente reciben sus palabras con admiración, la actitud de la gente cambia rápidamente y se enfadan con Jesús, incluso intentan arrojarlo desde una colina, sin embargo, Jesús logra escapar de ellos sin ser herido.
Analizando nuestra vida como cristianos llegue a la conclusión de que esto que sucedió hace muchos años, no está lejos de nuestro presente. Cuando atravesamos por una tribulación en la que vemos su respuesta, y vemos la forma como obra, lo engrandecemos, le amamos y oramos con fervor. Pero luego, cuando ya nos da eso que soñamos y vamos tras un nuevo anhelo, el cual no está dentro de sus propósitos, o no es en ese tiempo que él quiere dárnoslo, nos dejamos llevar por prejuicios, voces del mundo, o simplemente nuestra fe disminuye, y es donde empezamos a cuestionarlo, incluso retarlo.
Es en ese punto donde debemos ejecutar estas acciones:
1. Reconocer y aceptar quien es DIOS, y lo que hizo por nosotros al dar a su Hijo JESUS como nuestro salvador.
2. Debemos superar todo prejuicio e incredulidad, incluso cuando las cosas no se dan como queremos, fortaleciendo nuestra propia voz interna por medio de su palabra y todas las promesas que nos regaló escritas en la biblia.
3. Lo más importante, perseverar a pesar de la oposición, así como Jesús enfrentó el rechazo y la oposición de aquellos que eran familiares y cercanos a Él. En nuestra propia vida, es posible que enfrentemos oposición por nuestra fe y nuestras convicciones, sin embargo, debemos perseverar en nuestra relación con Dios, manteniendo nuestra fe firme y buscando su guía y fortaleza en medio de las dificultades. Hay que recordar que Dios está presente y obra a pesar de la oposición, incluso a pesar de no escucharlo ni verlo. El vino para sanar y liberar, para ofrecer salvación y esperanza a todos.
Animémonos los unos a los otros a descubrir nuestro propósito y llamado, pero mostrando cuidado y compasión, buscando siempre la sanidad emocional y espiritual, y lo más importante compartiendo el mensaje de esperanza y empoderamiento en Jesús. Sé que al aplicar estos principios, podremos vivir una vida significativa, plena y transformadora, dejando un impacto positivo en nuestro entorno y en la vida de aquellos que nos rodean.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KGD)
#MimetaEsSanar
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