“Cuando cierta mujer de mala vida que vivía en la ciudad se enteró de que Jesús estaba comiendo allí, llevó un hermoso frasco de alabastro lleno de un costoso perfume. Llorando, se arrodilló detrás de él a sus pies. Sus lágrimas cayeron sobre los pies de Jesús, y ella los secó con sus cabellos. No cesaba de besarle los pies y les ponía perfume.” Lucas 7: 37-38 (NTV)
“Se enteró de que Jesús estaba comiendo allí” …
¿Alguna vez has anhelado con todo el corazón encontrarte con alguien? Cuando somos adolescentes y tenemos amores platónicos soñamos con un encuentro casual, donde podamos mostrarle a esta persona todo nuestro interés y desbordar nuestras emociones con la ilusión de cautivar su corazón, mostrarle cuan digna es de nuestra admiración y nuestro “amor”. Cuando somos adultos, trasladamos ese anhelo a personas más “posibles de alcanzar”, o en el caso de los padres cuando esperan la llegada de su bebé.
La mujer de este relato, llamada María (Juan 12:1-3), un día “se enteró de que Jesús estaba comiendo allí”, y desde ese momento empezó a prepararse para su encuentro, consciente de su pasado lleno de pecado sabía que tenía una oportunidad de cambiar su “mala vida”, si estaba cerca de aquel que había resucitado a Lázaro, que estaba haciendo milagros por doquier. La verdad de su condición y la humildad de su corazón la llevó a reconocer en Jesús la respuesta a su necesidad y a preparase para su encuentro con Él.
¿Alguna vez has sentido que tu vida necesita enterarse de la visita de alguien que puede cambiarle el rumbo por completo a lo que estás viviendo? Hay una noticia que debes saber hoy y salió de la boca de Jesús: “mi propósito es darles una vida plena y abundante”. Juan 10:10b (NTV) ¡Prepárate! Hoy es un día para tener un encuentro con aquel que quiere cambiar tu vida, con el único que tiene la capacidad de darle un rumbo diferente a tus circunstancias, sí, ya te enteraste de la noticia, Él está aquí para visitarte… y ahora ¿qué harás?
¡Es momento de prepararte para su visita, algo trascendental va a suceder que va a producir en ti una adoración extravagante!
¿Quieres orar? Señor Jesús, hoy reconozco con un corazón humilde que te necesito, que eres la visita que más he anhelado en mi vida porque necesito cambiar y sólo Tú tienes la capacidad de transformarme, de darme esperanza y liberarme de la tristeza, del dolor y de la soledad que acompaña mi alma. Reconozco que en mi vida sólo faltas Tú, y quiero estar listo(a) para tu visita, quiero encontrarme contigo hoy para vivir la vida plena que tienes para mí. Ayúdame a caminar contigo ¡te entrego hoy mi corazón en el Nombre de Jesús! ¡Amén!
KPMR – Casa de Refugio
Leave a Reply