Adornados
Adornados

Proverbios 1-8-9 RVR1960 “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello”
 
Mi padre terrenal me decía: “Hijo, recibe el consejo de quienes más te quieren; así vivirás largos años” al aprender más de la biblia constato cuanta verdad había en esas sencillas palabras. La honra a los Padres implica valorar su voz. Ahora, la instrucción de los padres dentro de este versículo se enmarca en el sentir del mayor Padre de todos, el Celestial. Por lo que me pregunté: ¿Cómo detectar que un consejo trae impreso la voluntad de Dios? o, en otras palabras, ¿Cómo diferenciamos el malo del buen consejo? De inmediato Romanos 12-2 NVI saltó a mi corazón: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta”
 
Reconocemos que un consejo proviene del Padre Bueno, cuando nos reta y no se amolda a la corriente de este mundo, cuando invitándonos a la transformación de nuestro entendimiento, rompe nuestro ego y nos lleva a priorizar la bondad, es decir, el bien hacía los demás; impulsándonos a practicar lo que es agradable a Dios y lo que está sustentado en su Perfecta Palabra. Con el cumplimiento de estas tres condiciones constatamos que es el mismo Señor Jesucristo el que ha hablado por medio de aquella instrucción, adornemos entonces nuestra cabeza con la sabiduría que hay en recibir el buen consejo, y nuestro cuello con el hermoso e incomparable yugo fácil del Espíritu Santo.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (FJCG)     

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