Deuteronomio 28:1-2 RVR 1960: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.”
OBEDIENCIA Se trata del cumplimiento de un mandato o una orden. Indica el proceso que conduce de la escucha atenta a la acción. Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que se prohíbe.
Dios nos asegura en Su palabra que está presto a bendecir, y nos habla a través de ella en muchas ocasiones, de las cosas que se propone hacer en nuestro futuro con el fin de apoyar nuestra confianza en Su soberanía y omnisciencia. Dios tiene el control de los acontecimientos y conoce el fin desde el principio. Pero hay una condición implícita en su palabra: el llamado de Dios a ajustarse a Su voluntad para que Su promesa pueda bendecir al obediente. Su palabra nos dice que vendrán sobre nosotros todas las bendiciones que se mencionan en los siguientes versos, desde el 3 hasta el 14, y nos alcanzaran si oímos atentamente la voz de Jehová nuestro Dios.
Como iglesia estamos pasando juntos el Jordán, caminando hacia la tierra prometida y Josué dijo al pueblo: “Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” (Josué 3:5). Si obedecemos Su Palabra y la dirección del Espíritu Santo, podemos esperar el favor de Dios. Conoceremos que no existe ningún obstáculo que Dios no pueda vencer, por medio de la fe en Cristo somos vencedores y descansaremos con la certeza que Él nunca nos fallará a la hora de cumplir las promesas que nos ha hecho, si nuestros caminos le agradan.
Te invito a practicar estos pasos a la obediencia:
1 – Practica la obediencia instantáneamente a cualquier cosa que Cristo te mande.
2 – Haz solamente lo que ves a Jesús hacer, exactamente como Él, que solo hizo lo que vio hacer al Padre.
3- Obedece a Dios, armoniza tu voluntad con la suya y recibe compresión de su Palabra.
4- Habla como el Señor manda, hay bendición para aquel que habla bendición.
5- Demuestra tu amor por Jesús obedeciéndole: guarda diligentemente la Palabra de Dios para que Su presencia siempre more en ti.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (LPGF)
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