Apostasía
“1Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;2por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,3prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.4Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;5porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 6Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. 7Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 8porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 9Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. 10que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 11Esto manda y enseña. 12Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren1 Timoteo 4: 1-16 Reina Valer 1960

Me resulta muy llamativo que en el devocional pasado, el Señor me designara para enseñar sobre 2 de Timoteo 1, un capítulo donde Pablo le da sus últimas enseñanzas a Timoteo y le recalca el cuidado que debe tener de la apostasía y en este capítulo 4 de 1 de Timoteo, el tema principal sea justamente LA APOSTASÍA. Por supuesto no es casualidad, es un tema que el Señor quiere advertirnos de manera especial y que por lo tanto merece toda nuestra atención.

También me resulta llamativo ver el contraste de este capítulo 4 con el versículo final del capítulo anterior, es decir del capítulo 3, que es considerado como el credo doctrinal de la iglesia primitiva, donde se resalta la deidad del Señor Jesús, Su manifestación en la carne, Su paga por el pecado de la humanidad y Su justificación en el Espíritu, es decir, SU OBRA REDENTORA. Esto nos dice que el Apóstol primero enseñó la verdad para luego hablar del error, parece un tema menor pero no lo es, debemos primero dar fundamento sobre la verdad y luego advertir sobre el error y la mentira, en otras palabras, nuestra especialidad y profundidad no debe ser sobre “lo que no es”.

Ahora, el verbo apostatar, viene del griego «apartarse» o «permanecer lejos de». Apartarse sugiere un punto de partida, es decir, uno se aparta de algo donde ha estado antes. Los que apostatan son aquellos que en un tiempo profesaron la fe en Cristo, pero después intencionalmente se apartaron de ella, en otras palabras, no puede haber apostasía en el paganismo porque ellos nunca han profesado la fe en Cristo como su Salvador, lo que ubica la apostasía dentro de la iglesia, surge entre quienes profesan la fe en Cristo como Salvador y después se apartan de ella.

Voy a enfatizar apenas algunos versículos de nuestra lectura. El versículo 1 menciona la forma de llegar a la apostasía, la forma de apartarse de la fe en Cristo y es: escuchando a espíritus engañadores. Engañadores hace alusión a errantes, que van de un lado para otro, proviene de la palabra «vagabundo” o «seductor» y esto caracteriza muy bien a satanás, luego podríamos concluir que quien apostata de su fe en Cristo, es quien escucha espíritus satánicos, de hecho, el versículo finaliza diciendo “y a doctrinas de demonios”.  

¿Cómo reconocer un espíritu engañador? 1 Juan 4:1nos dice que debemos probar los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. La prueba resulta muy fácil de aplicar, es aplicar el credo que vimos expuesto en el capítulo 3 de 1 de Timoteo, es reconocer que Dios fue manifestado en carne y justificado en el Espíritu, señalando con esto que el único camino de salvación es por medio de la muerte de Cristo. Por esta verdad podemos probar hoy las doctrinas de demonios. Por esto es tan importante intencionalmente profundizar en la verdad más que cualquier cosa y nuestra verdad es CRISTO CRUCIFICADO Y RESUCITADO. Sin desconocer el mundo espiritual, el mandato no es ser expertos en doctrinas de demonios, basta con tener las ideas claras al respecto y saber que debemos probar cada espíritu por medio de su reconocimiento de la deidad de Cristo y la justificación que es por la fe en el Señor Jesús y Su obra en la cruz.

El versículo 2 resulta muy fuerte cuando habla de hipócritas y mentirosos, los apóstatas fingen ser muy piadosos y muy religiosos como si fueran elegidos para conocer un secreto reservado para pocos, cuando la verdad nos hace personas muy humildes, precisamente porque reconocemos que es por Cristo que somos salvos y nuestra necesidad del Señor es continua.

La iglesia, en especial los llamados a ser maestros, tenemos la honrosa tarea de enseñar la Palabra de Dios y cuidar la sana doctrina que siempre tiene la cruz de Cristo como centro.  Amada iglesia, estamos siendo advertidos, pero también preparados para vivir en estos tiempos finales, te animo para que compartas el mensaje de salvación, bajo la dirección del Espíritu Santo y la Palabra del Señor en nuestra boca.

Devocionales Refúgiate en Su palabra, Casa de Refugio. Mi meta es compartir.

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