Isaías 26:3-4 RVR1960: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”
Hoy en día como creyentes, queremos mantener una vida llena de paz y tranquilidad porque vivimos en un mundo lleno de afán y ansiedad. La frustración y el temor abundan en la vida de aquellas personas que se refugian en las cosas que aparentemente tienen una “paz verdadera”, pero solo encontramos esa paz genuina en nuestro caminar diario con Dios.
El secreto para experimentar la paz y la bendición de Dios es ser constante en creer las promesas de Dios y confiar en su fidelidad. Cuando llegan los tiempos de crisis, llega el silencio y es allí cuando el creyente comienza a presentar escasez de su fe, porque ve cada vez más lejos el cumplimiento de la promesa de Dios para su vida, cuando esta situación toma ventaja puede ir acompañada del pecado de la incredulidad, inestabilidad y queja.
Filipenses 4:6-7 nos dice “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Qué bendición saber que podemos tener la verdadera y única paz de Dios guardando nuestra alma. El Señor en este día nos ofrece una paz que no se compara con la que nos da el mundo, porque la paz que el mundo nos ofrece es pasajera y temporal, pero la paz que proviene del Señor es sobrenatural y maravillosa, Él desea que nosotros confiemos y vivamos en la paz que sobrepasa los límites de nuestro entendimiento.
Cuando estamos despojados de todo lo que es importante para nosotros y que en ocasiones ha sido lo que nos quita la mirada de las cosas de Dios, Satanás y el mundo quieren que vengan a nosotros pensamientos de derrota, de soledad, de ansiedad o de tristeza, convirtiéndose en lo único que vemos, incapaces de levantar la cabeza, entrando en un túnel oscuro, donde perdemos de vista el cielo y el sol resplandeciente.
Dios demanda confianza y dependencia para obrar en nuestra vida, porque cuando entendemos y vivimos esto, la vida toma un nuevo rumbo, de nuevo hacia donde Dios quiere que fijemos nuestra mirada. Hay grandes cosas por delante cuando le entregamos nuestra confianza, planes y mente a Dios.
Si como hijos de Dios permanecemos en la oración y en el estudio de su palabra, nuestros pensamientos de incertidumbre, preocupación o ansiedad serán cambiados por pensamientos hacia Cristo, dando como resultado la paz verdadera que solo proviene de él.
¡Iglesia! Hoy te invito a que meditemos en lo que Dios dice en su palabra que somos en Él, en los planes buenos que Él tiene para nuestra vida y no permitamos que las circunstancias o las personas que tenemos a nuestro alrededor nos impidan ver el cuidado que el Señor tiene sobre nosotros.
Tiempo de Hablar con Dios: Amado Dios, abro mi corazón y te pido que levantes toda carga y que me regales aliento y soplo de vida nueva, porque eres el único que puede refrescar mi alma cansada, eres la fuente de vida, donde todo mi ser puede ser renovado. Gracias por darme el mejor regalo de todos, que es Jesús, porque gracias a Él puedo tener paz verdadera en un mundo que anhela ese descanso, en el nombre de Jesús. ¡AMÉN!
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)
Leave a Reply