Aprendiendo a Relacionarnos
1 de Timoteo 5:1-2 RVR1960 “No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.”

Esta carta hace parte del pequeño grupo de epístolas personales que tiene la Biblia, contiene una conversación intima del Apóstol Pablo con su discípulo amado Timoteo y a la vez instrucciones puntuales respecto al fluir de las relaciones en la Casa de Dios. El entrenamiento de Timoteo fue completo, y el Espíritu Santo se ocupó de dejar evidencia de esto para la edificación del cuerpo de Cristo en todas las edades.
Este pasaje comienza por enseñar “el trato hacia las canas”. muchos de nosotros escuchamos a nuestros padres decir que la preeminencia del respeto era por edad, rango y dignidad; tal, enseñanza claramente es una directriz escritural.

Timoteo era un joven Pastor y el Apóstol Pablo le aclara que cuando un anciano mujer o hombre de la iglesia (en esta ocasión se refiere a la tercera edad) errara, paradójicamente debía enseñarle con el amor a un padre o madre, pero jamás podía reprenderlo, ilustrándonos respecto al lugar que tienen en medio de la congregación los ancianos, su largura de días sobre la tierra les otorga un derecho de ser honrados que no puede ser ignorado ni siquiera por su autoridad espiritual. Que importante es que como pueblo de Dios nos caractericemos por amarlos, cuidarlos, atenderlos y agradar al Señor por medio de un servicio genuino a ellos. La Palabra de Dios es reiterativa en esto, cuando dice: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor” Levítico 19:32 RVR 1960.  También cuando expresa en Proverbios 16:31 “Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia” nos hace entender que la vejez en Dios es una corona y no motivo de vergüenza, como el mundo quiere hacerlo ver, no debemos librar batalla alguna con la vejez, debemos recibirla como el regalo que es en Dios, mediante una vida de testimonio que glorifique a Cristo.

Respecto al trato a los jóvenes, esta instrucción da una llave relacional poderosa cuando aclara: trátales como hermanos.  Que hermoso es relacionarnos como lo somos realmente, una familia; cuando como siervos de Dios vemos a los más jóvenes de la congregación como hermanos menores o mayores, podremos establecer una conexión fuerte en el amor de Cristo, que nos permitirá entrar en sus corazones y sembrar la semilla de sabiduría que es la palabra de Dios, mediante un consejo y/o exhortación.  Esta generación necesita más que nunca maestros y pastores que muestren, enseñen y encaminen en la voluntad de Dios y la estrategia es relacionarnos desde la hermandad con cada uno de ellos.

Finalmente, nos habla de la pureza como cimiento de nuestras relaciones espirituales, Timoteo debía tratar a las jovencitas con “toda pureza” recordemos que era un hombre joven y como cualquier hombre de Dios, debía asegurarse de que su conducta hacia las jóvenes siempre fuera limpia e irreprochable, pues un hombre o mujer consagrada a Cristo, de ninguna manera usa la coquetería o la provocación, tampoco usa jamás el  doble ‘sentido’ con sus palabras o actos, pues la verticalidad de su comportamiento es blindaje para su vida, familia y ministerio.
Oremos al Señor que haga de cada uno de nosotros siervos con relaciones santas, que estos principios de comportamiento nos gobiernen para disfrutar plenamente la victoria que tenemos como pueblo santo.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra. Casa de Refugio. (FJCG)
#MiMetaEsEnseñar

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