Éxodo 14:15-16 RVR1960: “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.”
Con esta promesa Dios llevó al pueblo de Israel hacia un callejón sin salida, no para enfrentarlo sino para mostrarle, una vez más, su mano poderosa de Salvación. Abrió un camino donde no lo había, partió el mar en dos para que los Israelitas avanzaran en su camino y también para ponerlos a salvo de los egipcios que los perseguían.
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, el Señor intervino para librarlos de una manera sobrenatural, este es uno de los grandes acontecimientos donde se ve a Dios actuando en favor de su pueblo. Hoy podemos disfrutar de un pacto vigente y la humanidad tiene esperanza de ser libre de la esclavitud del pecado, el Señor sigue mostrando su poder y amor para alcanzarlo.
Pensemos y creamos verdaderamente que el Señor hizo un milagro en esos momentos, pero también esperó que Moisés actuara en fe; así mismo, quiere que seamos hijos activos, entrando a Su presencia, siendo hacedores de Su palabra y no solo oidores.
El escudriñar en las escrituras nos permite comprender que el callejón sin salida se abrió y se transformó en un pasillo milagroso que sirvió de salida de emergencia para todo Israel, porque los egipcios vieron la puerta abierta al mar y siguieron a los Israelitas, pero lo que no sabían era que, lo que para los Israelitas fue salvación, para ellos seria su destrucción.
¡Amados! Vivir la vida cristiana es un desafío a diario, cuando vemos los problemas en el fondo queremos volver a nuestra vida anterior, esto es volver a ser esclavos del mundo y del enemigo, muchas veces nos da miedo marchar hacia la libertad porque implica dejar todo atrás, significa llevar un sacrificio, pagar un precio y la obedecer la Palabra de Dios. Hoy Dios nos invita a abandonar Egipto, donde consigo lleva la idolatría, el pecado y la incredulidad.
Como creyentes, debemos asegurarnos de que no quede en nosotros ningún vestigio de esclavitud. Tenemos que renovar nuestra mente a la luz de las Escrituras y comenzar a caminar como hijos con la libertad que Cristo nos ha dado. Por eso en este nuevo mes, es Tiempo de actuar y vivir por fe, El Señor Jesús nos ha dado su autoridad, nos ha delegado cosas para que las pongamos a funcionar. Si queremos que Dios haga grandes cosas a través de nosotros es tiempo de movernos y marchar, es tiempo de capacitarnos, orar, estudiar su Palabra y hacer ajustes en nuestra vida para cumplir su santa y perfecta voluntad.
Tiempo de hablar con Dios: Señor, gracias por permitirme hoy levantarme y alzar la vara de autoridad que me has dado para quitar de mi camino toda situación que me está esclavizando. Haz que ponga en marcha mi fe, confío plenamente en las promesas de tu Palabra. No quiero ser más esclavo sino libre porque me has adoptado como tu hijo, ya pagaste el precio de mi libertad y no hay nada ni nadie que pueda condenarme.¡AMÉN!
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)
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