Salmos 37:23-24 LBLA “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y el Señor se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.”
Hemos llegado al final de un breve estudio sobre el Orden de Dios. Hemos descubierto que el deseo de Dios es llevarnos nuevamente a su esencia en nosotros. Cuando dejamos de señalar a otros o pensar que la necesidad de cambio, siendo creyentes, está primeramente en otros, la realidad es que alguna de las habitaciones de nuestro corazón sigue en tinieblas y necesita la presencia del Espíritu Santo para que a la luz de la palabra brote el caos, el pecado que me impide avanzar.
¿Quieres deleitar el corazón del Padre? Dios siempre quiere traer orden a nuestra vida y a nuestro corazón, él tiene la iniciativa, pero es nuestra la decisión y disposición para que nuestros pasos sean ordenados por Él, de tal forma que cada día que vivimos se convierte en su deleite, inclusive cuando batallamos y nos caemos, nos cansamos y somos derribados por las pruebas, el árido desierto nos deja sin fuerzas y sedientos, allí esta su mano para sostenernos es su promesa y Dios cumple.
Permitirle a Dios ordenar nuestra vida y cada habitación del corazón, no sólo es un deleite para él, es algo que también renueva lo que la biblia llama la fuerza de nuestra vida, nuestro gozo.
La biblia nos habla del creyente como un árbol que puede ser frondoso y cuyas raíces son fuertes si están nutridas en la intimidad con Dios y alimentadas por su Espíritu mediante la palabra, pero también cuando somos podados para dar más fruto, eso hace parte de volver a la esencia de Dios y nos permite tener un gozo perfecto. “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto”. (Juan 15:11 LBLA)
Recordemos que desde una mirada minimalista estamos aprendiendo a ordenar nuestra casa de la mano de Dios, así que veamos los beneficios que esto puede traernos:
Primeramente, nos da un enfoque correcto de la vida, podemos dejar de lado lo superfluo y disfrutar nuestros procesos con Dios porque vamos a enfocarnos en lo importante. Cuando sacamos de nuestra casa todo lo que no sirve o estorba vamos a poder disfrutar de lo que realmente importa.
Cuando nuestros pensamientos y prioridades están en orden vamos a consumir (en tiempo, esfuerzo, dedicación) sólo lo necesario porque vamos a darle el valor real que tiene a cada cosa, Dios, familia, iglesia, amigos, trabajo, desarrollo profesional. Vamos a tener una cultura de ahorro porque vamos a desear lo que realmente necesitamos.
El desorden nos produce ansiedad y nos aleja de nuestro verdadero objetivo, cuando nuestro camino es ordenado por Dios no sólo tenemos paz, sino que somos productivos porque eliminamos todo lo que no nos aporta valor y nos centramos en lo que si lo tiene, al tener enfoque en nuestra vida no vamos a tener miedo a decir no a lo que no conviene o es tóxico.
Vivir en la esencia de Dios, bajo su gobierno nos permite salir de la religiosidad para pasar tiempo de calidad con Dios, con nuestra familia, con nuestros hermanos en la fe y amigos, porque calidad va siempre antes de la cantidad. Finalmente, vamos a vivir con la libertad que Cristo nos ha dado, simplificando la vida, sin apegos porque a lo que me aferro es un terreno que pierdo, disfrutando lo valioso, considerando la importancia de lo que realmente necesitamos, es una prioridad y nos hace felices: JESUCRISTO, porque el que ve al Hijo, ve al Padre.
¿Quieres disfrutar de todos estos beneficios?, permite que sea Dios quien ordene tus pasos y gobierne tu vida.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KMR)
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