“Pues está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; pero el de la libre, en virtud de la promesa.” (Gálatas 4:22-23 RVR95)
Tomar buenas decisiones es un don que todos quisiéramos tener porque de una sola decisión puede depender el rumbo completo de nuestra vida. Para este año, la invitación de Dios es equiparnos para tomar decisiones enfocados en Su propósito.
Hoy la Biblia nos enseña, que las decisiones en la vida son como los hijos de Sara, algunas nacidas desde la carne y otras basadas en una promesa de parte de Dios, y tan sólo una decisión puede traer muchas consecuencias buenas o malas dependiendo dónde fue engendrada, y lo más grave, podría alejarnos del propósito de Dios.
El tiempo puede ser aliado o un gran enemigo al momento de tomar decisiones. Algunas veces necesitamos tomarlas de manera inmediata y para otras el pasar del tiempo parece ahogar las buenas opciones y obligarnos a desviarnos, con tal de tener más aprisa aquello que esperamos o necesitamos.
¿Qué podemos encontrar en la palabra de Dios que nos ayude a tomar decisiones correctas basados en Su promesa? Pues bien, lo primero que necesitamos es conocer la promesa de Dios para el momento que vivimos, nunca Dios nos deja desprotegidos por el camino, siempre nos da una palabra para dirigir nuestro andar pues Sus ojos están fijos sobre cada uno de nosotros, “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.” (Salmos 32:8 RVR95) .
La señal de una opción que me lleva a una decisión correcta es que nunca es contraria a la promesa y la instrucción que previamente Dios me ha dado, puede indicarme que se va a tomar más tiempo de lo que espero y necesito la capacidad de asimilarlo, pero jamás va a contradecir lo que Dios ha hablado en Su palabra. Entonces debo pensar, ¿esto va a afectar mi relación y mi crecimiento con Dios? “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” (1 Corintios 10:23 RVR95)
Cuando ya he obtenido una respuesta en mi intimidad con Dios y, sin embargo, necesito estar más seguro de dar un paso, puedo buscar el consejo de alguien espiritual y sabio. Adicionalmente, también puedo tener en cuenta lo que dicen las figuras de autoridad que Dios ha puesto (padres, abuelos, familia), respecto a la decisión que pienso tomar. “Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; la seguridad está en los muchos consejeros.” (Proverbios 11:14 RVR95)
Antes de decidir también puedo pensar: la decisión que voy a tomar ¿me da paz? ¿traerá paz a mi alrededor? “Procurad tener tranquilidad, ocupándoos en vuestros negocios y trabajando con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera y no tengáis necesidad de nada.” (1 Tesalonicenses 4:11-12 RVR95)
Finalmente, ¿Qué testimonio voy a dar de Cristo con la decisión que estoy tomando? No podemos vivir del qué dirán, eso es cierto, pero tampoco podemos ignorar el rastro que dejamos en nuestro caminar porque Dios quiere que seamos luz a los que nos rodean. “Pero procurad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles…” (1 Corintios 8:9 RVR95)
Tiempo de Hablar con Dios: Amado Padre, en ti está todo el conocimiento, la sabiduría y la ciencia porque eres Dios y Señor de señores, te ruego que mis decisiones nazcan en mi intimidad contigo, que me concedas tu dirección y la guía de Tu Espíritu para cada paso que doy en mi vida, no quiero tomar ninguna decisión que afecte nuestro amor y mi relación contigo, Tú eres lo más importante para mí. En el nombre de Jesús, amén.
2021- Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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