Clamor por la Justicia de Dios
Salmos 58:1-5 y 10-11NTV “Gobernantes, ¿saben acaso el significado de la palabra justicia? ¿Juzgan a la gente con imparcialidad? ¡No! En el corazón traman injusticia y desparraman violencia por toda la tierra. Estos malvados son pecadores de nacimiento; desde que nacieron mienten y siguen su propio camino. Escupen veneno como serpientes mortíferas; son como cobras que se niegan a escuchar, y hacen oídos sordos a las melodías de los encantadores de serpientes, aunque toquen con mucha destreza….  Los justos se alegrarán cuando vean la injusticia vengada; se lavarán los pies en la sangre de los perversos. Entonces, por fin, todos dirán: «Es verdad que hay recompensa para los que viven para Dios; es cierto que existe un Dios que juzga con justicia aquí en la tierra»”.
 
Este aparte Bíblico es un clamor inminente por Justicia en contra de aquellos, que pudiendo hacer las cosas honradamente; no las hacen. Es una melodía exasperada escrita por David cuando vivía la cruenta persecución de Saul, toda vez que Dios lo había escogido como soberano de su pueblo y a pesar de ello tuvo que sufrir injusticia, violencia, persecución y demás estratagemas del maligno. David oró y clamó a Dios para que fuese Él mismo, Jehová, quien tomase cartas en el asunto, pedía sentencia del cielo en medio del conflicto; no la propia justicia llena de furia y venganza; y por fe fue resguardado en la cueva de Adulam, allí fue reafianzado como soberano, para luego ser proclamado Rey.
 
En este pasaje podemos ver que la codicia es un pecado que siempre ha estado enquistado en el corazón de las personas, desde antes de los tiempos de David y hoy día no es la excepción. El avariento utiliza su influencia siempre para acabar con el desvalido, disfrazándose con falsa paz, falsa justicia, falsa esperanza; el codicioso quiere salir airoso siempre sin importarle el hundir a los demás en la desesperanza y pobreza; su amor por el prójimo es tan corto como la distancia que existe entre sus bolsillos y sus manos. 
  
En estos momentos en que estamos siendo exhortados a limpiar nuestro corazón de toda contaminación, pensemos en nuestra vida, que importante es hacer conciencia que todos de alguna manera somos administradores y por tanto gobernadores de algo y el sentido de justicia, como hijos de Dios, debe regirnos en todo momento.
 
David en esto nos da un ejemplo digno del carácter de Cristo, pues Saul perseguía a David y redactaba leyes y estatutos que lo perjudicaban, sin saber que lo único que hacía era incrementar en David su esperanza en la justicia divina y su fe en que los perversos serán derrotados siempre, por ello su clamor se hacía cada vez mas poderoso y profundo; hagamos pues lo mismo en este momento, oremos juntos:
 
Padre Eterno, gracias por que el verdadero gobernante de toda la creación eres tú, gracias por que hoy comprendemos que toda persecución contra nosotros será juzgada con tu perfecta justicia; te rogamos que intervengas en medio de tu pueblo y de toda autoridad delegada para que haya un verdadero temor tuyo. No permitas que tomemos la ley por nuestra cuenta más dejamos en tus manos el juicio a los impíos, agradecemos a ti oh Señor por darnos la fe de David, quien bajo todo pronóstico compuso y clamo con canticos tu divina justicia en su onceaba estrofa de su Salmo 58 que dice: “Entonces, por fin, todos dirán: Es verdad que hay recompensa para los que viven para Dios; es cierto que existe un Dios que juzga con justicia aquí en la tierra” Amen.

Devocionales Refúgiate en su Palabra -Casa de Refugio- FJCG

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