En estos versos de juan 3 hay varios tesoros que vale la pena hoy traer a memoria, como ejemplo para nuestras vidas:
En primer lugar, Juan el bautista fue un hombre con propósito, desde su concepción estuvo apartado y consagrado para ser aquel que prepararía el camino, anunciando las buenas nuevas del evangelio de Cristo y bautizando en agua. La vida de este profeta nos reta a tener vidas de visión y misión, a vivir la vida cristiana con enfoque, siendo hijos de destino en el Padre Celestial. Como segundo aspecto a resaltar, Juan el Bautista cumplió su llamado sin miedo, el perfecto amor de Dios lo llevó a comunicar las verdades del reino de los cielos de manera firme y determinada, exhortando al verdadero arrepentimiento, pagando el precio que esto tendría y siendo testimonio vivo del poder de Dios para transformar vidas. Finalmente, el profeta sabía que no era digno de Cristo, esto habló siempre de su humildad, no intentó ocupar un lugar diferente del asignado por el Padre.
Iglesia, hoy las preguntas para cada uno de nosotros serian: ¿qué tanto nos consagramos para anunciamos el evangelio de la verdad de Dios?, ¿qué tan determinada es nuestra vida en Cristo?, ¿qué tanto estamos dispuestos a dar por esa verdad?, ¿estamos cumpliendo su propósito? Juan el bautista hoy nos reta a anunciar el verdadero evangelio sin miedo y a dar verdaderos frutos de arrepentimiento, viviendo unas vidas coherentes con el mensaje de Jesús y viviendo en plenitud del poder del Espíritu Santo que ha sido derramado en tu corazón cuando recibiste a cristo.
Devocionales refúgiate en su palabra casa de refugio (EA)
#MiMetaEsCompartir
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