Con Afán y Fatiga
 2 Tesalonicenses 3:7-8 RVR1960: “Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros”.
 
Estas cartas a los tesalonicenses abarcan el fin de los tiempos, Pablo suele mencionar la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, pero como una esperanza futura. Sin embargo esto era algo que estaba agobiando a los tesalonicenses, ellos pensaban, Cristo viene pronto y estaban dejándose engañar por falsas doctrinas de falsos maestros, falsos profetas; que estaban diciendo que en ese momento ellos ya estaban viviendo los tiempos finales. Resultado de ello es que muchos merman sus labores y detienen su trabajo, era como si dijeran “Cristo vienen pronto, entonces ¿para qué trabajo?
 
Imagínese que nosotros dejáramos todo, dejáramos de trabajar porque Cristo viene pronto. Aquí Pablo les dice básicamente, hermanos pónganse a trabajar, póngase a hacer lo que tienen que hacer; si Cristo viene pronto no ande mendigando el pan, no ande buscando quien le da de comer, hágalo con sus propias manos. Pablo se pone como ejemplo y expone su propia vida, les dice “ustedes saben y deben seguir el ejemplo porque no obramos de manera indisciplinada.” Y en este punto, pensaba en que me hace falta disciplina, incluso como creyente ¿De verdad tengo la disciplina por ejemplo de abrir la palabra y estar con el Señor todos los días?, y ¿de estar cada día en oración con el Señor? Estamos rodeados en este mundo de cosas terrenales que Dios nos ha permitido disfrutar, como nuestras familias, la comida, como tantas cosas que Dios ha puesto a nuestro alcance, pero nos hemos perdido en ello y hemos dejado de lado nuestra vida espiritual, someter todo aquello que nos impide acercarnos a nuestro Dios hace parte de la disciplina.
 
Estos versos nos hablan de no detenernos, de no parar, de obrar con diligencia en nuestras labores, pero también quiero que lo miremos con ojos espirituales y aun lo apliquemos a nuestras disciplinas, a nuestro servicio, a nuestra parte, a esa búsqueda diaria, constante. Y si ya lo hacemos la palabra nos dice que “Quien se crea santo, santifíquese aún más” ¡no nos conformemos nunca! Porque algo que me deja pensar esto es que ningún creyente es superior a otro, todos delante de Dios somos iguales, pero yo si creo que no todos son igual de santos, hay quienes son mas santos que otros, porque la santificación es algo que ocurre cada día en medida que seamos cada vez mas conforme a la estatura, y a la imagen de Cristo, ¿por qué? por la disciplina, … no es algo que pase de la noche a la mañana, la palabra también dice que debemos ser “como la luz de la aurora que se va renovando cada vez más, hasta que el día es perfecto.” Debemos cada día crecer, no debemos parar y decir hasta aquí me quedo. No hay pretexto para nuestra pasividad, esa pasividad en nombre de la soberanía de Dios; es como decir no pues el Señor es el Pastor y el alcanzara las ovejas, alcanzara mi familia, mis amigos, no, no, no. Es cierto Dios no nos necesita para su obra, pero no por eso vamos a cruzarnos de brazos; vamos a hacer nuestra parte.
 
El verso 8 dice “No comimos el pan de nadie, sino que con DIFICULTAD y FATIGA trabajamos día y noche a fin de no ser carga para ninguno de ustedes.” Todo en esta vida cristiana conlleva estas dos cosas que Pablo menciona, dificultad y fatiga, orar no es fácil, tener que estudiar la biblia a profundidad no es fácil, involucra dificultad y fatiga tener que estar en un mundo caído teniendo que enfrentar todo esto. Aun en las cosas seculares mucho de lo que se quiere involucra dificultad y fatiga, ESFUERZO.
 
Y solo pienso que si en las cosas de este mundo trabajamos y trabajamos, nos fatigamos, nos esforzamos para deleitarnos en tener algo o alcanzar algo; cuanto mas en los asuntos de nuestro Padre, cuanto mas para Él. Si hacemos sacrificios por algo que no nos da nada eternal, cuanto más para lo que es eterno.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio.  C.L

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