“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:9-10 RVR1960)
Amados, cuando aceptamos que Cristo sea el dueño y gobernador de nuestro corazón, recibimos toda bendición espiritual y en ella tenemos que vivir cada día de nuestra vida.
El termino corazón, tiene muchos usos, entre ellos, lo utilizamos para hablar del órgano que actúa como impulsor de la sangre en el cuerpo humano, o como un dibujo que representa el amor, pero también usamos la palabra corazón para referirnos al centro de cualquier cosa.
El profeta Jeremías, inspirado por el Espíritu Santo, dijo lo siguiente: Nada Hay Tan Engañoso Como El Corazón. En el contexto, el profeta está denunciando al reino de Judá, por causa de la idolatría que ellos tenían, se encontraban completamente lejos de Dios, así lo describen sus palabras: “El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro; grabado está con punta de diamante sobre la tabla de su corazón y sobre los cuernos de sus altares” (Jeremías 17:1).
En el caso del reino de Judá, ellos habían grabado sobre la tabla de su corazón todo aquello que Dios detesta y lo habían hecho, dándole un valor sagrado que obviamente la idolatría no tiene.
Recordemos también que Dios le había ordenado a su pueblo, que usaran su corazón para guardar lo que conocían de Él, así como todas Sus palabras, pero ellos no atendieron su claro consejo, se olvidaron de Dios por causa de su corazón engañoso, lo que trajo como resultado que sus generaciones no conocieron del amor de Cristo, sino a los ídolos de sus padres. La orden de Dios había sido muy clara “Ama al Señor tu Dios con TODO TU CORAZÓN y con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5).
El Versículo de hoy es muy claro, nuestro corazón es como una bomba de relojería que en cualquier momento puede estallar en la cara, nos puede guiar de la peor manera, por eso es importante que dejemos de escuchar lo que el corazón, casi siempre manipulado por el enemigo, nos dice que hagamos, y más bien empecemos a escuchar la voz de Dios en nuestras oraciones y mediante la lectura de su palabra. Así que llegó el día en el cual vamos a dejar que el Señor entre y reine en nuestro corazón, es el día en que vamos a dejar que nuestro Padre Celestial dirija nuestros pasos, nuestras decisiones y todo lo que hay que hacer y lo que somos, es el día de firmar el contrato de ser Hijos Obedientes y negarnos a nosotros mismos, porque vamos a dejar vivir para nosotros y viviremos para nuestro Salvador y Redentor.
Tiempo de Hablar con Dios: Precioso Señor, gracias porque a través de Jesús dispusiste todo para que fuera liberado de la manipulación de mi propio corazón, engañoso más que todas las cosas y perverso, en la Cruz he sido libre, y mis ojos han sido abiertos a través de Tu palabra para no dejarme engañar más y vivir bajo Tu soberanía. La verdad de Tu palabra que me purifica y me renueva cada día. En el Nombre de Jesús, amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)
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