1 Crónicas 29:19 RVR95: “Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que haga todas las cosas, y te edifique la Casa para la cual yo he hecho preparativos.”
Mientras más avanzamos en la conquista de nuestra tierra prometida y vamos derrotando todos los gigantes que habitaban en ella, aquellos que mantenían nuestros pies atrapados al cepo para evitar avanzar en el propósito perfecto de Dios, empezamos a pensar en cómo vamos a enfrentar la vida, el día a día, una vez seamos los conquistadores que Dios espera.
La oración de David por su hijo es el reflejo de lo que un hombre conforme al corazón de Dios pide para alguien que ama y que va a continuar con su legado, algo completamente necesario para vivir como conquistadores y administradores de lo que Dios nos ha entregado: UN CORAZÓN PERFECTO.
Y ¿para qué nos es necesario pedir a Dios un corazón perfecto? David dice: “para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que haga todas las cosas, y te edifique la Casa…”
Necesitamos un corazón perfecto para guardar la palabra de Dios. La versión de la Traducción en Lenguaje actual nos ayuda a entender, necesitamos “el profundo deseo de obedecer y poner en práctica todos sus mandamientos…” Más que un deseo necesitamos que sea nuestro PROFUNDO DESEO obedecer la palabra de Dios.
Cuando hacemos de la palabra de Dios nuestro pan diario, es fácil tenerla presente para aprender a vivir conforme a lo que nuestro Padre espera de nosotros, no como perfectos porque sólo Él lo es, pero si como siervos esforzados que se guardan de pecar deliberada y neciamente. Hacer de la palabra nuestro profundo deseo es disfrutarla sin religiosidad, es decir, no por obligación o un compromiso, ni por costumbre porque eso sólo nos lleva a la monotonía, y lo que debería ser un deleite se convierte en aburrimiento.
Necesitamos un corazón perfecto para edificar Casa para nuestro Dios. Darle prioridad a la palabra de Dios es conocer más de Él, es querer más de Su presencia, aprender a compartir más con Él, lo que se traduce en un resultado: más intimidad. Edificar una casa requiere tiempo, esfuerzo, materiales, detalles. Para nosotros hoy “construir una casa para Él” significa estar ENTERAMENTE DEDICADOS A NUESTRO DIOS, que se convierta en nuestra motivación, inspiración, nuestro deseo cada día, es vivir enamorados de Él y hacer de nuestra relación un hermoso romance, con todo y sus altibajos, es cultivar nuestra confianza cada día para descansar en Él, aun cuando nos acercamos llenos de frustraciones.
Hoy resuena sobre el pueblo de Dios la voz de nuestro de su Rey, cuando dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” Mateo 11:29. Pues lo que verdaderamente necesita todo redimido es aprender a fluir en la mansedumbre y humildad de Aquel que posee el corazón perfecto, Nuestro Señor Jesucristo.
Tiempo de Hablar con Dios: Bendito Padre, exalto hoy Tu Nombre que es sobre todo nombre. Te ruego que pongas en mí un corazón perfecto para guardar Tu palabra, para hacerla vida en mí y disfrutar de ella cada día, Espíritu Santo ayúdame a enamorarme cada día más de ella para que sea mi más profundo deseo, guíame y transfórmame para no actuar con religiosidad, y disfrutar mi vida enteramente dedicado a Ti, a adorarte, a servirte, a amarte con todo mi corazón para ser un conquistador con un corazón perfecto. En el nombre de Jesús, amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
Leave a Reply