La imaginación es el mejor regalo del Señor, esa cualidad creadora que nos distingue de los demás seres sobre la tierra, es una de las manifestaciones de su imagen y semejanza inmerecida; Génesis 1:1-5 RVR95 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios: «Sea la luz.» Y fue la luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz «día», y a las tinieblas llamó «noche». Y fue la tarde y la mañana del primer día” El primer libro de la Biblia nos muestra en su primer capítulo el principio de todo, nuestro Padre vio una tierra desordenada e inmediatamente se empezó a imaginar un mejor escenario para todos separando en primera instancia la luz de las tinieblas, luego, y un factor de relevante importancia, Nuestro Padre: “vio que era bueno” se detuvo a evaluar su propia creación, y no continuo hasta comprobar la excelencia del resultado; Ahora, si Nuestro Padre y Señor en su omnisciencia infinita lo hizo ¿Por qué no hemos de hacerlo nosotros? Nuestro don creativo tiene un gran compromiso, ¿Cómo sé que estoy usando la imaginación creadora responsablemente bien? Sin lugar a dudas la respuesta es: anteponiendo al Señor Jesús y su voluntad en cualquier visión que tengamos. Iglesia, cada ilusión, cada sueno, cada iniciativa debe pasar el filtro de la verdadera oración y ayuno, de tal forma que de manera sincera estemos dispuestos a renunciar al tal impulso creativo sino es bueno, perfecto y agradable ante los ojos de nuestro Dios. Aplicando el ejemplo de aquellos héroes de la fe que nos ensenaron con sus propias vidas como se debe edificar para Dios. Filipenses 4:8b RVR95 “ Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”
Es asombrosamente poderosa la autoridad creadora otorgada por Dios a los seres humanos; hasta lo imposible se hace posible como afirman las Escrituras en Marcos 11:23 RVR95 “De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate en el mar”, y no duda en su corazón, sino que cree que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Solo cuando somos conscientes de que la fe en nuestro Señor Jesucristo nos hace agentes transformadores y creadores de realidades, podemos actuar con la responsabilidad, diligencia y determinación necesaria, pues Romanos 8:19 RVC dice: “Porque la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios” evidenciando que toda la tierra gime por nuestra manifestación, que tremendo es saber que hasta la naturaleza sabe que somos nosotros quienes, por ser linaje escogido, tenemos la potestad de imaginar, visionar, ejecutar y legar lo bueno a todo el universo.
Es este el tiempo Iglesia, tiempo de que el pueblo de Dios manifieste su luz a este mundo en tinieblas y eso requiere que cada creyente asuma su rol como transformador de realidades para gloria del Dios Padre, si, para exaltación de Aquel que nos sacó un día de las tinieblas a su luz admirable.
Señor, permítenos hacer real y buen uso de la responsabilidad creadora otorgada por ti, permítenos tener sanos pensamientos y obras, que manifiesten al mundo lo que es verdadero, honesto, puro, amable, de buen nombre; llenos de virtud y alabanza. Que nuestra capacidad de transformar las realidades para tu gloria sea evidente a todos los hombres y tu Nombre sea exaltado como Padre Bueno, donde quiera que vayamos. Amen.
Devocionales Refúgiate en su Palabra – Casa de Refugio 2022 (FJCG)
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