1 Juan 5:11-13 RVR1960: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”
Cuando amamos a Dios no solo tenemos la capacidad de poner orden en nuestros sentimientos y prioridades, sino que también fortalecemos nuestro ser interior. Cuando seguimos instrucciones y enseñanzas, aprendemos a tomar buenas decisiones y organizar la vida para alcanzar el éxito, pero este no es el que propone el mundo, sino que es un camino de constante andar con el Señor, teniendo en nuestro corazón la Cruz. Sin Cristo estamos completamente perdidos, sin salvación ni vida eterna, según el diseño original de Dios para el hombre, antes de que ser separado de Su presencia por el pecado.
Dios es el único que habita y posee la eternidad, si tan sólo depositamos toda nuestra fe en su Hijo Jesucristo él nos hará partícipes de la vida eterna, para que podamos vivir libres de temores, llenos del poder de Su Espíritu, victoriosos sobre las situaciones adversas, derrotando el pecado que habita en nosotros y revestidos de pureza. Es peligroso cuando perdemos el temor a Dios, cuando sentimos que Jesús está lejos y no hay ningún cambio en nuestro interior. La vida eterna es con Cristo y en Cristo solamente, porque el que cree en el Hijo de Dios lo tiene todo.
Romanos 6:23 nos habla “Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Nuestro Padre celestial nos ha dado la salvación gratuita por misericordia y cuando el Todopoderoso nos hace un regalo, nadie puede quitárnoslo y nada puede impedir su permanencia en nosotros.
¡Iglesia! La vida cristiana incluye diferentes cosas como el disfrutar de una vida libres de la esclavitud del pecado, ser transformados en nuestro carácter, el gozo inefable que nos regala el Señor ante toda circunstancia y por cada oración respondida. Como hijos de Dios tenemos el privilegio de experimentar Su presencia y la compañía de Su precioso Espíritu como nuestra ayuda permanente.
Corramos a los brazos de Jesucristo y seremos salvos, todos los tuyos también tendrán acceso al Padre si confiesan a Jesús como Señor y Salvador, reconozcamos que necesitamos ser salvados, dejemos que Jesús nos rescate hoy y sea él en nosotros. Disfrutemos el día a día a su lado, permanezcamos en completo gozo y unidad, para que podamos ver Su gloria reflejada en nuestra vida y poder así dar testimonio de ello.
Tiempo de Hablar con Dios: Amado Señor, gracias por el testimonio que me has dado de que poseo la vida eterna por medio de tu Hijo Jesucristo, Él es mi suficiente y único Salvador, gracias por ese regalo de la eternidad, por darme la seguridad de que mi futuro está en tus manos. ¡AMÉN!
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)
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