2da Tesalonicenses 3:1-4 RVR1960: “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.”
En estos tiempos donde a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno, tenemos mucho por hacer en medio del pueblo de Dios para afirmar, por medio de su Espíritu Santo, lo que Él ha enseñado a sus hijos a través de su palabra y en medio de aquellos que aún no conocen a Cristo, llevando la Buena Nueva.
Pablo menciona que, “no es de todos la fe”, sin embargo, dice Romanos 10:14: “¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”, lo que nos lleva a concluir que, a pesar de que no es de todos la fe, sin importar esto, debemos llevar las Buenas Nuevas tal y como nos lo ha encargado nuestro Padre en la gran comisión en Mateo 28:19-20, de esta manera hacer que corra y sea glorificada su palabra.
No conocemos las tribulaciones por las que puedan estar pasando nuestros hermanos ni lo que va a suceder en el futuro, sin embargo, se nos ha dado un arma poderosa en Cristo Jesús, quien sí conoce nuestros corazones y tiene ese plan perfecto escrito, y es la oración, que como lo demandó Pablo a la iglesia de Tesalónica, debemos orar, pero no con temor al hombre sino, para que el Padre, que es más fuerte que el que está en el mundo, nos revele la manera y el camino, y sean guardados nuestros pasos en medio de ese llevar de su palabra, de la manera que Él quiere y en su tiempo perfecto.
Como dice su palabra y nos anima en Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Amén.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)
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