DEVOCIONAL – ÉL TIENE UN PROPÓSITO

DEVOCIONAL – ÉL TIENE UN PROPÓSITO

Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo. Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida; en cuanto despunte el día, Dios la protegerá. ¡Las naciones se encuentran en un caos, y sus reinos de desmoronan! ¡La voz de Dios truena, y la tierra se derrite! El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza” (Salmos 46:4-7 NTV)

Es inevitable que durante estos tiempos estemos luchando: nuestras emociones y pensamientos cambian, fluctúan y en algunos momentos sentimos fe y esperanza, mientras que en otros duda y temor.  

Estamos viviendo tiempos inciertos; sin embargo, esa incertidumbre no tiene que ser negativa; en Dios tiene que pasar de ser “incertidumbre” a ser “expectativa” y a una “muy buena expectativa”. Pensemos que cada vez que en la biblia se hace referencia a algún juicio de Dios o a que El permitió alguna prueba a sus pueblos siempre fue para acabar con el mal o un mal, siempre Dios tuvo un propósito.

No tenemos un Dios impulsivo o emocional como nosotros los humanos.  Las pruebas, las destrucciones permitidas en los tiempos bíblicos o motivadas por Dios siempre fueron para allanar, purificar, restaurar y renovar. Estos tiempos en los que vivimos nos han permitido alabar a Dios, reflexionar, meditar en Él, orar, arrepentirnos, hablar de Dios a otros y esas no son acciones y oportunidades que tengamos siempre.

Este Salmo recuerda, ante todo, que el Espíritu de Dios está en medio, que todo lo que está ocurriendo está bajo Su control, por lo mismo no dudemos que, durante estos tiempos Él nos restaurará y nos protegerá.

Para poder salir transformados de esta situación necesitamos estar cerca de Dios, pensemos también lo duro que puede estar siendo esto para quienes no tienen a Dios en su corazón, para quienes estas cosas son producidas por los poderes de los gobernantes, para quienes este tiempo no tiene propósito alguno, seguramente para quienes piensan así hay impaciencia, pesimismo, rabia, impotencia, pero gracias a nuestro Dios para nosotros este tiempo tiene propósito y tiene fruto.

Pensemos en lo triste que sería que este tiempo termine y que nosotros, personas, asuntos, situaciones, no experimentemos algún cambio, pero recordemos que todo aquello que proviene de Dios o que es permitido por Él tiene un propósito, que Él cumple Su voluntad y que Él es Poderoso; por tanto, no hay duda de que sus acciones, lo que ha permitido y sus juicios tendrán efecto.  

Es momento para que a través de la unión que nos provee este tiempo de confinamiento, aprovechemos aún más para orar en familia, para recordar que cuando entregamos nuestra vida a Jesús adquirimos la garantía del cuidado y la protección del Rey y Creador del mundo sobre nosotros, así lo expresa el verso 7 de nuestro Salmo del día de hoy: “El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza”.  Él obrara sobre nosotros y sobre el mundo. Roguemos para que la obra que El comenzó la perfeccione en nosotros y en nuestra familia, que los mandatos, la voluntad y las instrucciones de Dios tengan efecto desde ya en nuestra vida y perduren, pidámosle a Dios para que nos siga proveyendo de todo lo espiritual, emocional y material que necesitamos para mantenernos firmes en estos tiempos. ¡Amén! 

SZC – Casa de Refugio

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