“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”
(1 Corintios 13:4-8a RVR1960)
Tras preguntarle a un pastor cristiano cual sería la mejor forma de resumir el mensaje de la Biblia, él contestó: “Amor, eso es Dios, eso es la Biblia”, y es el legado más grande que Jesús nos dejó a sus hijos, AMOR, nos enseñó qué es el amor y nos llamó a amarnos como hermanos, tal como dice el apóstol Juan en su Evangelio: Juan 15:12 “Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.” La razón de la primera venida de Jesucristo, Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
El amor siempre ha sido una meta incesante, incansable e inmarcesible del ser humano durante su vida y tratamos de buscarlo en una pareja, en mascotas, en padres, hijos, en hobbies, en trabajos, en el dinero o en una infinidad de lugares, sin entender que, podemos encontrarlo cuando descubrimos nuestro corazón ante una oración sincera a nuestro Padre celestial, mientras estudiamos la Biblia para entenderlo, en una canción de alabanza para acercarnos a Él, y ahí encontraremos el verdadero amor que nos satisface, y que de verdad necesitamos para llenar nuestro espíritu, alma y cuerpo.
Existen 4 clases de amor, Storge que se trata del amor entre padres e hijos, hermanos y en un buen matrimonio, el segundo es Fileo, se refiere a un amor fraternal, un fuerte agrado o una amistad muy fuerte, se trata de un amor sentimental, impulsivo y finito; el tercero es un amor Eros, se refiere al amor sexual o por una pareja y el cuarto es el amor Ágape, es el amor genuino, es el amor que Dios tiene por nosotros y que nos manda a sus hijos que tengamos entre nosotros, va mas allá del sentimiento, es una amor basado en la voluntad, en la decisión, es el amor que debemos tener por nuestros hermanos y que Dios nos pide tener para nuestro enemigos. Mateo 5:44; “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.
Entender lo que Dios espera de nosotros sobre el fundamento del amor, es la base de nuestro actuar cristiano, amar al prójimo y cómo ofrecer éste amor, es nuestro cimiento para ejecutar nuestros deberes cristianos y enseñar de Dios por medio de nuestro ejemplo. Por eso, pidámosle juntos a Dios todopoderoso que nos permita comprender la bondad de su amor y que nos enseñe a reflejar este amor a quienes nos ven en la vida diaria y quienes miren nuestros ojos, que el amor sea nuestra bandera como cristianos y que llenos de este amor en nuestro corazón podamos mostrarle al mundo lo mucho que Dios ama a sus hijos.
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. (1Corintios 13:13 RVR1960)
GAV – Casa de Refugio
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