“Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” Mateo 25:24-30 RVR1960
Este conocido pasaje es el cierre de la llamada “parábola de los Talentos”, que inicia en Mateo 25:14. En tal capitulo habla también de la parábola de las diez vírgenes, la fidelidad en el servicio y el juicio a las naciones, siendo sin duda el último entrenamiento del Señor Jesús a sus discípulos en cuanto a su espera, pues enfrentaría la cruz, ascendería al cielo y luego regresaría a reinar sobre la tierra.
Si hay algo que caracteriza la vida del Cristiano es la espera, eso tiene toda lógica: “Es pues la fe la certeza de los que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1. La Biblia es reiterativa en afirmar que si tenemos fe en Dios, le amamos y guardamos sus mandamientos.
Si hay algo que evidencia el amor es la diligencia, puesto que el amor es acción, por eso la “Parábola de los Talentos,” relatada maravillosamente por Mateo; viene a ser una narración apológica donde se contraponen tres circunstancias similares con resultados opuestos. Los tres siervos recibieron conforme a su capacidad talentos, cada uno de ellos, si era de plata, con un valor aproximado a la fecha de 6.600 dólares y si era de oro, por un valor de aproximadamente 385.000 dólares. Extraordinario tipo de los dones, habilidades y aptitudes con las cuales el Señor nos ha dotado, pues todos tenemos capacidades extraordinarias, cualidades especiales que podemos poner en acción a beneficio del reino de los Cielos.
Mateo 25:24-25 revela el sentimiento de aquel siervo inútil, cuando dice: “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo”, esto nos lleva concluir que el Siervo no amaba a su Señor, tenía un concepto bastante negativo y distante, de alguna manera a pesar de haber recibido de él, no había en su corazón gratitud, mucho menos pasión por servirle, por el contrario el miedo se apoderó de él, paralizándolo y haciéndolo poco diligente en su misión durante la espera del regreso de su Señor. Finalmente, su destino triste fue el lloro y el crujir de dientes.
Iglesia, ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. Mateo 24:45-46”. La invitación es que meditemos, respecto a aquello que nos ha sido entregado por nuestro Padre Celestial para servir en su casa y que no hemos puesto en acción por miedo, egoísmo, pereza entre otros; y que decidamos ahora mismo entrar en el gozo del servicio genuino y apasionado al Señor, puesto que es la evidencia de un conocimiento y amor verdadero al dador de la vida, como bien lo menciona Mateo 25:21: “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”
Señor, te damos gracias oh Dios por permitirnos desterrar el temor de nuestra mente al momento de poner en acción tu obra, tus designios; permítenos sacar el máximo provecho a esos dones de Espíritu que has puesto en nosotros para que podamos aportar en la edificación del reino eterno donde tú Gobiernas; no permitas que reincidamos en la omisión, quita la pasividad en tus asuntos, permite que nuestros dones y talentos sean la oportunidad de glorificar tu nombre, te lo pedimos Señor Amén y amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (FJCG)
Leave a Reply