Iniciamos un nuevo año llenos de expectativas por lo que Dios hará. Para algunos el 2021 fue un año glorioso, lleno de respuestas y sorpresas, para otros fue un año difícil y cada día fue como una extensa noche; en ambos casos, nuestra expectativa puede ser la misma, vivir un 2022 para encontrarnos con Jesús y verle como El Sol de un nuevo amanecer. Iniciamos el AÑO DEL CONTRASTE, para ser testigos de lo que sucede con el sistema de este mundo y con el pueblo de Jesucristo.
Sin embargo, aunque sean grandes o pequeñas nuestras expectativas, lo cierto es que Dios tiene más expectativas con nosotros que las que cada uno tiene de sí mismo. Esto debe motivarnos, vivir un año sin una promesa de Dios que alimente nuestros sueños, puede llevarnos a entrar en un año de mediocridad. Si, puedo llegar a ser un cristiano que exige mucho pero da poco, como aquel empleado que pide aumento de sueldo aunque sigue haciendo lo mismo y sin calidad. Vivir un año en mediocridad, es vivirlo haciendo lo que bien nos parece, según nuestra voluntad y no haciendo lo que Dios quiere.
Nuestro pasaje de hoy contiene una sincera oración del rey David, muy propicia para este momento del año. Aun siendo un rey, inicia reconociendo que no es nada. Dios nos ha traído hasta aquí porque nos ama, nos ha sostenido y tiene grandes expectativas con cada uno, Él nos ha “¡considerado conforme a la medida de un hombre excelso!”. A pesar de ser tan viles, nos ha dado el honor de poder manifestar ¡la gloria de Cristo en nuestra vida!, “por amor a nosotros y según su corazón” lleno de misericordia, veamos:
1 Crónicas 17: 16-19 NBLA: “Entonces el rey David entró y se presentó delante del Señor, y dijo: «¿Quién soy yo, oh Señor Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí? Y aun esto fue poco ante Tus ojos, oh Dios, pues también has hablado de la casa de Tu siervo concerniente a un futuro lejano, y me has considerado conforme a la medida de un hombre excelso, oh Señor Dios. ¿Qué más te puede decir David en cuanto al honor concedido a Tu siervo? Porque Tú conoces a Tu siervo. Oh Señor, por amor a Tu siervo y según Tu corazón, Tú has hecho esta gran cosa para manifestar todas estas grandezas.»”
Incluyamos en nuestros propósitos de este año profundizar en el conocimiento de Cristo, conocerle nos saca de la mediocridad. La verdadera grandeza se alcanza cuando entiendo y conozco mi lugar delante de Dios y entro en Su conocimiento, sólo entonces conozco las expectativas, los planes, los propósitos que él tiene para mí, porque hemos sido diseñados para Su grandeza. David conocía los planes del Señor para él y para su casa, por eso hace una oración lleno de asombro, entiende que la gracia inmerecida de Dios es la que se extiende para llevarlo a mostrar la grandeza del Rey de reyes en su vida y en toda su casa.
Y si inicias preguntándole al Padre: ¿qué expectativas tienes de mi para este año? Evalúa, ¿qué lección no puedo darme el lujo de repetir? ¿qué necesito mejorar en mi relación con Dios? Establece una disciplina de lectura de la palabra, una que puedas cumplir conforme a tus tareas diarias, pero ten una meta, esfuérzate, que no vivas un año sin saber para dónde vas en Él y Su propósito. Un verdadero discípulo nace cuando tiene disciplina, de allí viene la etimología de esta palabra.
Haz propósitos claros y específicos para avanzar y crecer en tu vida espiritual. Crece en tu comunicación con el Padre, alimenta tu oración con el lenguaje de las Escrituras. Vive en unidad con el cuerpo, no faltes a tu iglesia local, ni a las actividades que alimentan tu espíritu, no busques escapatorias, así sólo te engañas a ti mismo. Avanza, no podemos darnos el lujo de detenernos, en la inercia no podremos ver ningún contraste, es mientras hacemos vivo a Cristo en nosotros que lo veremos, recuerda DIOS TIENE EXPECTATIVAS DE TI.
“Ustedes son Mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre. Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo conceda.” (Juan 15:14-16 NBLA)
2022 Año del Contraste – Casa de Refugio (KMR)
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