¿Dónde está la Satisfacción de mi Alma?
Según los expertos, en nuestra alma esta nuestra voluntad, mente y emociones; podríamos deducir entonces, que es allí donde encontramos el eje central de nuestro cuerpo, el comando de nuestro ser. El lugar secreto que emite las decisiones más importantes al hombre.

¿Por qué hablo de esto? ¿Por qué lo asociamos a este devocional? Pues debo decir que al leer varias veces nuestra escritura base, encontré un hombre de Dios que, en medio de un posible desierto, prueba o exilio, entendió que la única forma de satisfacer su interior era en medio del encuentro de él mismo con el lugar secreto de Dios; es decir, en una intimidad profunda con el Padre.

Salmos 63:1-11 RVR1960: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra. Los destruirán a filo de espada; Serán porción de los chacales. Pero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.”

Esta respuesta que obtuvo el salmista, solo se encuentra cuando estamos en el silencio de las respuestas que esperamos, en medio de lugares que parecen no ser los apropiados o cuando muchos se han ido por alguna u otra razón.

A Jehová le interesa un gobierno total de nuestro ser y eso implica también entrar a nuestra mente y ponerla en orden, equilibrar nuestra voluntad y emociones a él; pero no porque sea un dictador caprichoso; sino porque a nosotros nos conviene estar en sintonía con el Espíritu.
¿Cómo lo logramos?  En realidad, necesitamos un milagro de Dios en nosotros; pero necesitamos anhelarlo. Necesitamos pedirlo, sentir la necesidad en nuestro ser de estar unidos al Padre como uno solo. Anhelar el gobierno total de Dios sobre nosotros, al entender que es lo mejor; sino lo entendemos, no es posible anhelarlo.

¿Dónde lo entendemos?, en la intimidad con él, en el lugar secreto, en medio de los tiempos de adoración y de alabanza; allí y solo allí somos transformados. Fue allí mismo, donde David, en medio del desierto o el exilio adoró tanto que su alma fue saciada. Entonces allí, hallamos descanso.

Oro para que anhelemos el gobierno TOTAL de Dios sobre nosotros y, además, porque en medio de las pruebas que estemos pasando, cualquiera que sea, el Espíritu de Verdad sacie nuestra alma. ¡Amén!

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (TAS)
#MimetaesAlabar 

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