Dos Joyas en el Relicario

Deuteronomio 6: 1-9 RVR1960: “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

La palabra relicario resonó por varios días en mi mente después de empezar a meditar en esta escritura, busque significados de esta palabra y hay varios que me gustaron:

  1. Es el lugar sagrado donde se custodian unas reliquias, normalmente relacionadas con algo santo.
  2. Es la caja en la que se guardan objetos de gran valor
  3. Es una joya (normalmente un colgante o un medallón) en cuyo interior se deposita algún recuerdo especial.

¿Por qué el Espíritu Santo me relacionaba un relicario con esta palabra? Le pregunte varias veces y al mismo tiempo leía una y otra vez la porción de la escritura: pero como no dejo de ser oveja, después de unos días entendí que el Padre quiere que guardemos esta palabra en un lugar especial. ¿y por qué?

En el primer verso encontramos una afirmación contundente de Dios para que, los que todavía dudamos; ya no lo hagamos más, nos dice: la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla”, ¿todavía creemos que no hay nada para nosotros?, ¿creemos que no pasaremos al otro lado?, ¿todavía creemos que no somos capaces de conquistar lo que Dios prometió con la ayuda del Espíritu Santo? Esta frase habla de un momento de conquistar un territorio nuevo, desconocido y posiblemente lleno de gigantes. Hoy el Padre nos recuerda que este lugar si existe.

¿Cuál es nuestra parte? En esta escritura nos dice que es necesario que usted y yo dejemos de ser oidores y nos convirtamos en hacedores de la palabra, es decir, Poner por obra sus mandamientos, estatutos y decretos. Cumplirlos y obedecerlos. Pero el Espíritu Santo es más que bueno y nos explica porque es necesario que seamos obedientes: (v.2) “para que tus días sean prolongados” y (v.3) “para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel y os multipliquéis”.

Todo esto en el lugar que Dios ya destinó por gracia y amor para nosotros, en la tierra que fluye leche y miel; en la tierra que conquistaremos.

Pero volvamos al relicario, ¿Qué quiere Dios que guardemos allí?, estoy casi segura que quiere que lo guardemos y cumplamos para que nuestros días sean prolongados, nos vaya bien y nos multipliquemos, los versos 4 y 5, “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Estos son la base de la fe del pueblo hebreo y el resultado de un trato con mano fuerte y dura. El verso 4, es entender y vivir sin apéndice de duda que Jehová es el ÚNICO Dios VERDADERO, NO HAY NADIE CÓMO ÈL y nadie puede ocupar su lugar.

Después de tanta idolatría los Israelitas así viven hasta la actualidad, sus manos no se levantan hacia ningún otro Dios. Dice la palabra que nuestro Jehová UNO ES, que no hay nada que se parezca a él, excepcional y extraordinario. Es un importante simbolismo de la Trinidad de Dios. ÉL uno es. En él está todo, reside todo y esta todo lo que necesitamos.

Para el versículo 5 si debo decir que aquí aplico a una apreciación muy personal de mi relación con Jehová, que he vivido en mi tiempo con él, y es que Él quiere nuestro corazón, busca que en nosotros haya un amor genuino por él, no obligado y mucho menos interesado; sino que nazca, crezca y permanezca en nosotros siempre, sin titubeos y con todo nuestro ser.

Creo que son las dos joyas que quiere nuestro Señor que guardemos en el relicario, es decir en nuestro corazón, por siempre: primero, Jehová UNO es y segundo, lo amaremos con todo nuestro corazón, alma y fuerzas.

Oro hoy para guardemos estas dos verdades para siempre y jamás las olvidemos pase lo que pase; y enfrentemos lo que enfrentemos. Que como dice Tu palabra, lo pongamos por obra y lo atemos como señal en nuestras manos generación tras generación. En el nombre de Jesús. Amén.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (TAS) #Mimetaescuidar

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