Edificando en el Espíritu Santo
JUAN 14:15-18 RVR 1960 “Si me amáis, guardad mis mandamientos.  Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”

De acuerdo con el fluir propuesto por Sociedades Bíblicas para su iglesia en Colombia, este mes de Julio tiene como meta principal Construir. Todo el capítulo catorce del evangelio de Juan nos evidencia la manera como nuestro Señor Jesucristo fortaleció a sus discípulos antes de su crucifixión, se observa claramente que además de instruirles respecto a que debían creer,  pensar, sentir y actuar cuando el partiera, les enfatiza que están dotados de todo lo necesario para hacer la obra encomendada y cuál es el cimiento de ésta.

Todo aquello cuanto hemos sido llamados a llevar a cabo, cuenta en el interior del cristiano con el insumo necesario. Cuando recibimos al Señor Jesucristo como nuestro único Dios y Salvador, recibimos lo que algunos eruditos en la biblia llaman pedagógicamente el “bautizo en el Cuerpo de Cristo”, el cual consiste en que el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad,  hace morada en nosotros, pues allí  le conocemos, mora con nosotros y aún más, entra para estar en nosotros. La convicción frente a este hecho espiritual es absolutamente necesaria para vivir la vida cristiana victoriosamente.

En romanos 5:5 RVR 1960 el Apóstol Pablo lleno del Espíritu Santo dice: “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” La presencia del Espíritu de Verdad en nuestra vida es la que nos hace amar con el amor de Cristo, nuestros corazones como creyentes han sido saturados con ese amor divino por medio del Espíritu Santo, por eso podemos vivir con fe y esperanza en su promesa de salvación, a fin de edificar conforme a su voluntad cada área de nuestra vida. Sin duda, contamos con la participación de la naturaleza divina que necesitamos para añadir a nuestra fe, virtud. 2 de Pedro 1:5 RVR 1960.

Iglesia, es hora de edificar en el Espíritu Santo y construir para Dios, esto implica tener conciencia de su amor y su presencia en nosotros, mi oración en este día es la misma elevada por el Apóstol Pablo en Efesios 3:17-19 RVR 1960“.. Que por la fe Cristo habite en sus corazones, para que, arraigados y cimentados en amor, sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios”.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio. LCR
#MiMetaEsConstruir
 

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