El Amor del Padre
Proverbios 4:10-13 RVR1960: «Escucha, hijo mío, recibe mis palabras, y los años de tu vida se multiplicarán. Te he enseñado el camino de la sabiduría, te he guiado por sendas de rectitud. Cuando andes, no se acortarán tus pasos, y si corres, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida.»

Cuando leo este pasaje, puedo imaginarme a Dios hablándome como lo harían mis propios padres, con palabras llenas amor y cuidado. Ellos me dieron consejos a lo largo de mi vida, no solo porque era su deber, sino porque querían lo mejor para mí. Me decían que escuchara, que prestara atención a sus palabras, porque esas lecciones me protegerían en el futuro. Así veo a Dios en este pasaje, Él, como un Padre amoroso, me insta a escuchar Su sabiduría.

Dios, en Su infinita bondad, me muestra el camino correcto. No lo hace para limitarme, sino para guiarme en la dirección que me llevará a la vida plena. Al igual que mis padres cuando me advertían sobre los peligros de las decisiones equivocadas, Dios me recuerda que Sus palabras son para mi bien, para evitar que tropiece en el camino de la vida. Me pide que me aferre a Su instrucción, que no la suelte, porque es vital para mi vida.

De la misma forma en que mis padres querían que creciera sin tropiezos, queriendo evitarme situaciones de dolor o queriendo que llegara a una meta sin caerme, sin rasguños o morados, pero es en esa vivencia que encontramos la madurez y sabiduría, Dios desea que camine por el sendero de la justicia, me dice que si sigo sus pasos, mis pasos no serán apresurados ni tropezaré. Me enseña que seguir Sus mandamientos no son una carga, sino una protección que me mantiene firme en el camino correcto, no tengo que buscarlo desesperadamente o inventar mis propias soluciones, Él es el camino la verdad y la vida.

Muchas veces me pregunto si estoy caminando en la dirección correcta, pero aquí Él me asegura que, mientras siga sus pasos, no me faltará firmeza ni seguridad, que puedo avanzar con confianza, sabiendo que Sus enseñanzas son un ancla para mi vida.

Estos versículos me invitan a aferrarme a la palabra, allí encuentro la respuesta a todo, reflexiono en cuántas veces he dejado que el ruido de la vida, los problemas o simplemente la velocidad en la que vivimos diariamente en este mundo, apague la voz de Dios, olvidando Su sabiduría plasmada en la biblia para la toma de decisiones en el día a día, Él me recuerda que debo guardarla con celo, porque de ella depende mi vida. Si me mantengo cerca de Su Palabra, seré capaz de enfrentar los desafíos sin tropezar, hoy recuerdo escuchar más atentamente, acepto el llamado a abrazar la sabiduría de Dios, a buscarlo y caminar por el sendero que me ha señalado, hoy me comprometo a aferrarme a esa instrucción divina, sabiendo que, como un Padre amoroso, Dios solo busca lo mejor para mí que su sabiduría es la clave para una vida larga y plena y su consejo es mi refugio en medio de las decisiones diarias. Sé que en Su instrucción encuentro la guía verdadera y eso me llena de gozo, de paz y de esperanza.

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (PG)

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