El Salmo 140 contiene 13 versículos, es uno de los pasajes que expresan la suplica a Jehová por parte del Rey David para ser protegido de sus voraces perseguidores. La injuria y la calumnia de la cual era objeto no solo por parte del Rey Saul sino de muchos poderosos de su gobierno, tenía como objetivo obstaculizar el plan de Dios con su vida por medio incluso de trampas para hacerlo tropezar; por tanto, sus detractores se convirtieron en enemigos de Dios y su propósito, por lo que son llamados en este pasaje: malvados, violentos, injuriosos, deslenguados, injustos y orgullosos.
Al realizar la lectura detenida del Salmo en cuestión, no pude dejar de detenerme en el contraste que revela la cobertura de la cabeza de David y la cobertura de la cabeza de aquellos que le rodearon para destruirle. La cabeza nos habla de gobierno, pues aquello que se establece en nuestra mente terminará tomando el control de nuestra vida; pues es allí donde está ubicado el cerebro y residen cuatro de los cinco sentidos del ser humano (vista, oído, olfato y gusto). La Biblia menciona la cabeza muchas veces para representar a la persona misma.
No son pocas las ocasiones en que me he visto enfrentada a la injuria y a la calumnia y hace mucho entendí que esto hace parte del caminar del Creyente, en Juan 15:20 nuestro Señor dijo: “Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra”. En una temporada como esta además de no ver la persecución como cosa extraña, es preciso ser entendidos en el objetivo de ella, el cual se basa en la mentira, para buscar destruir, anular, matar los propósitos de Dios con nuestra existencia en la tierra. La palabra de Dios nos enfatiza en Juan 8:44 que satanás fue homicida desde el principio, y que él no contiene verdad, por ello cuando habla mentira habla de lo suyo, porque es mentiroso y padre de mentira.
Por todo lo anterior, en el día de la batalla, he sido ejercitada en guardar mi mente y mi corazón bajo la cobertura del gobierno de Dios y su pensamiento; la mejor manera para atravesar estos valles de traición e injusticia es resguardándose en los planes y propósitos del altísimo, no desenfocarse, reaccionar rápido y refugiarnos en el potente salvador que tenemos, el cual sufrió todos nuestros dolores y se compadece de nosotros.
Finalmente, no puedo dejar de notar el destino de aquellos que son llamados deslenguados, pues al haber sido engañados por satanás para entorpecer los planes de Dios, están cubiertos (gobernados) por pensamientos inicuos y la maldad de sus propios labios, es decir, todo aquello cuanto maquinaron y hablaron en contra de un hijo de Dios, les será por corona sobre sus cabezas; por lo tanto, su destino será como aquel hombre llamado Aman en el libro de Ester capítulo 7, quien preparó con minucia una horca para el siervo de Dios y luego sería él mismo ahorcado en ella.
Iglesia, que buen momento para reflexionar respecto a que está cubriendo y por tanto gobernando nuestras cabezas en estos tiempos de fuertes batallas, lo que vemos, escuchamos, olfateamos y gustamos, será definitivo para el cumplimiento o no de nuestro destino en Cristo.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio. LC
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