EL GRAN LLORO

En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.  Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años. (Isaías 38:1-5 RVR60)

En estos versículos narraba el profeta Isaías la forma en cómo fue usado de parte de Dios para hablar a la nación de Israel duramente, pues sobrevendría juicio por sus malos caminos, idolatría, profanación del templo, entre otros. Sin embargo, en esta ocasión, Ezequías, un Rey que gozó de la bendición de ceñirse a la instrucción de un gran profeta durante gran parte de su reinado, experimenta la gran misericordia antes nuestras oraciones.

Nuestras oraciones deben ir cargadas de fe, pedir siempre que nuestra voluntad se alinee a la de él, pero sobretodo, una oración que nazca de nuestra alma, pues Dios se duele de nuestras miserias, las lágrimas de sus hijos lo mueven a misericordia, el Dios de toda consolación está atento a tus lágrimas (Dios enjugará toda lágrima de sus ojos. Ap. 17:7b RVR60), a un corazón que clama con fervor a Dios.

Y aunque Dios usa el dolor para hacer que nos aferremos a Él, luego del gran lloro, las lágrimas del rey Ezequías fueron convertidas en alegría, Dios hizo un milagro de sanidad y le concedió vivir quince años más, porque los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. (Salmo 126:5 RVR60)

¿Y tú, estás dispuesto a orar de manera tan honesta y profunda que nuestro Dios sea movido a misericordia?

Padre amado, tus hijos dirigen oración a ti, las lágrimas nuestras son solo a ti, anhelando que nuestro tiempo de aflicción sea acortado, que tu misericordia hoy sea derramada sobre nosotros, que nuestras oraciones sean conforme a tu voluntad y que seas movido a misericordia por ellas. Rey del universo, tu creación anhela con humildad ser escuchada, deseando tener la integridad que a ti te goza y a ser los escogidos dispuestos a interceder por aquellos a los que el llanto los ha ahogado tanto que sus oraciones dejaron de ser audibles. Tú estás escuchando esta oración. Amén.

MALS – Casa de Refugio.

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