“Y nadie le podía responder palabra; ni se atrevió ninguno a preguntarle más desde aquel día.” (Mateo 22:46 RVR95)
Una de las cualidades que más admiro de Jesús como hombre, es su inteligente forma de responder ante cualquier circunstancia, especialmente en los momentos en los que buscaban hacerle caer o le criticaban. A pesar de escuchar las cosas más absurdas, incluyendo burlas, Jesús siempre, de una manera muy serena dio las mejores respuestas, lo que jamás le impidió mostrar el amor del Padre en El, inclusive su silencio fue también amorosamente inteligente. Nunca las críticas a sus palabras, así mismo o a su ministerio fueron ocasión para debilitarlo o detenerlo, aún en la cruz, en su momento de más grande soledad y dolor, recibió críticas, pero El sólo expresó su amor y perdón.
Jesús fue criticado por otros líderes religiosos, (Mateo 12:22-24). Jesús fue blanco de críticas porque el poder de Dios actuaba continuamente en El, lo que lo hizo presa de los egos religiosos, los celos y la envidia mostrados a través de la crítica a su ministerio. Sin embargo, muchas veces la gente critica lo que no puede comprender, así como estos líderes, las personas que no han moldeado su corazón en el fuego de la presencia de Dios no entienden y por tanto, no aceptan sanamente la bendición de otros. Necesitamos aprender de Jesús para evitar las divisiones y discernir que detrás de una crítica se mueve aquel que sólo busca acusarnos, robar nuestro gozo y destruir nuestra reputación.
Jesús fue criticado por su fe (Mateo 26:59-63). La fe de Jesús en su Padre y en su palabra acerca de su muerte y resurrección fue el centro de muchas pugnas. En muchos contextos sociales somos blanco de críticas por creer y querer honrar los preceptos de la palabra de Dios. Para no ir muy lejos, una joven que quiera llegar virgen al matrimonio, o una persona que decida guardarse durante el noviazgo para su futura pareja de vida, de seguro serán blanco de críticas aún entre sus amistades, o si una mujer expone los preceptos frente a la sumisión de esta en el matrimonio puede recibir terribles comentarios, porque a la luz de la “sabiduría moderna” esto es una abominación.
Es apremiante la necesidad de tener convicciones fuertes, contrastadas con la realidad y bien arraigadas en la palabra de Dios, hoy más que nunca tenemos necesidad de esto, nuestra ligereza al hablar y nuestra insuficiencia respecto a los preceptos bíblicos pone en boca de escarnecedores la palabra de Dios, muchas veces podríamos evitarlo porque actuamos llenos de emociones, pero sin la razón.
Jesús consideró el origen de las críticas y las ignoró (Mateo 27:13-14). Él tenía una meta, hacer la voluntad del Padre, sabía cuál era su propósito y que su ministerio no sería bien recibido, especialmente por los líderes religiosos de aquel entonces. Sabía que el principal opositor estaba detrás de cada testimonio, por eso decidió callar, porque su verdadera batalla estaba a punto de terminar exhibiendo a las huestes del mal en la cruz y triunfando sobre ellas. Jesús calló ante todas estas críticas por su infinito amor por cada uno de nosotros. En una oportunidad, el esposo de una amiga a quién yo le estaba compartiendo del Señor lanzó fuertes críticas a mi manera de pensar, insinuando que yo creía en filosofías baratas, recuerdo que El Señor me cerró la boca, porque yo quería explotar, pero luego al ver el fruto de la obra del Señor en el hogar de mi amiga entendí lo importante de callar en esos momentos, quizá si hubiera reaccionado airada contra él, hubiera dañado la obra que Dios estaba haciendo en el corazón de mi amiga y su hijo. Entendí que estar a la defensiva y el orgullo, son factores decisivos para asumir con madurez y amor la crítica, lo más importante en esos momentos era la obra redentora del Señor sobre esta familia, no mi imagen.
Cuando era conveniente Jesús respondió y puso las cosas en orden (Mateo 22:15-22). Los fariseos estaban convencidos que harían caer a Jesús hablando del pago de impuestos, pero Jesús con inteligencia y verdad dio la respuesta perfecta mostrando respeto por las autoridades y poniendo cada cosa en su verdadero lugar.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR) Basado en el libro, Los Hábitos de Jesús (Jay Dennis)
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