Él lo dijo y Él lo hará

Isaías 46: 9-10 RVR1960: “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.”

La Biblia es el libro más antiguo y leído en la historia de la humanidad. Reveló, por ejemplo, que la tierra era redonda antes de que el hombre pudiera comprobarlo, que en el mar había vegetación antes de que la ciencia marina bajara a las profundidades a verlo con sus propios ojos, entre otras revelaciones. También anticipó estos tiempos, los que estamos viviendo usted y yo, contiene el final de la guerra más antigua que ha vivido la humanidad: ¡el bien vencerá el mal para siempre! Suena a película de ficción, pero no lo es, pareciera a veces imposible pensar en un mundo lleno de bondad y justicia, pero así será el desenlace de esta historia. Lo creo porque entre otras verdades, sobre ella misma dicen las sagradas escrituras que todo pasará, pero su palabra no, Él lo dijo y Él lo hará.

En ese orden de ideas, hablar de Isaías en las escrituras, es hablar de profecía, una de las más extensas en tiempo. En el Antiguo Testamento hay más de 300 profecías, muchas ya cumplidas al pie de la letra, otras por cumplirse. En particular, Isaías nos revela mucho del carácter de Dios, su eternidad, por ejemplo, Él es el comienzo y solo ÉL conoce el final. Siendo el profeta mesiánico por excelencia, en sus versículos se anticipa la llegada del hijo de Dios y la salvación de la humanidad por medio del sacrificio en la cruz, y también nos revela el carácter soberano, vivo y único de ese Dios eterno, por ello, todos los reinos súper poderosos que se levantaron en algún momento de la historia creyéndose invencibles fueron hecho polvo de un día para otro cuando les llegó la hora de ser juzgados por nuestro Dios, juicios hay que decir todos profetizados y cumplidos al pie de la letras por el dueño del mundo entero, al mando de todo y de todos. ¡Qué alivio saber que lo sigue estando! gobierna el universo entero para cumplir su propósito en nosotros.

El profeta en este libro anticipa una época de cautiverio para su pueblo, pero también el retorno de Israel a Jerusalén, luego de 70 años, por orden de un rey pagano, Ciro al que el Señor usó para bendecir y cumplir su promesa. No deja de ser paradójico que el profeta nos revele el nombre de este rey 200 años antes de que este naciera, dándonos detalles de una profecía que se cumplió a cabalidad frente a los ojos del mundo.

Dios escogió a Ciro desde antes de su nacimiento para un propósito, liberar a su pueblo, como nos escogió a ti y a mí antes de que nuestros propios padres nos conocieran, nos hizo merecedores de su salvación a través de la sangre de su hijo Jesucristo y preparó nuestro corazón para recibirlo con su Espíritu Santo. Su obra fue completa y es eterna, no existe nada ni nadie en este mundo capaz de darnos esto, ni medianamente parecido, porque nuestro Dios es único, tampoco lo podemos ganar, Él es soberano y su amor y redención, un regalo que nadie puede comprar ni merecer.

Vengo de una familia religiosa que como suele pasar encontró en el rezo, los rituales y las obras, la forma de acercarse a Dios, durante muchos años yo hice lo mismo pero jamás vi, como fruto de las obras, una transformación en mi vida ni en mi corazón hasta que tuve, por su misericordia, un encuentro personal con Cristo y fue inevitable entender que solo en su presencia estaban las respuestas que tanto había estado buscando por años.

Por eso, cuando leí este versículo, la primera frase tocó mi corazón, “acordaos de las cosas pasadas desde tiempos antiguos”. Dios nos invita a recordar quienes éramos antes de conocerlo porque solo así podremos entender la magnitud de la obra que ha hecho en nuestras vidas y nos motiva a buscar el propósito que Él preparó cada día, y si nos pide que lo recordemos es porque de repente se nos olvida y podemos volver a los rezos, los rituales y las obras, pensando que ahí estará su presencia o a vanagloriarnos por lo que somos cuando solo Él es el merecedor de esa gloria.

Hoy que sé que no necesito ser ni hacer nada para merecer su amor es cuando más lo amo, hoy que sé que Él sabe lo que ha de venir es cuando mayor paz logro tener en mi vida. Fue comprobando su perfecto amor que los temores se hicieron humo, Él está en control de todo, gobierna, y obra para el bien de sus hijos. Es la certeza de su incomprensible amor lo que me sostiene día tras día.

Siguiendo con el calendario de las sociedades bíblicas, este mes nos invitan a orar por los nuevos comienzos, y son las certezas de su palabra y de su carácter eterno y fiel las que nos harán permanecer en fe en medio de la dificultad o la incertidumbre. Sólo hay un Dios capaz de conocer el antes, el durante y el final de tu historia y la mía, uno capaz de escucharnos, respondernos y obrar a nuestro favor porque es el único digno de confianza y es a Él al que debemos encargarle cualquier nuevo comienzo en este mes o este nuevo año que se aproxima. 

Tu vida y la mía están en sus manos, nos hizo, nos conoce y hay un plan para cada uno glorioso solo porque nos ama.  Él final está profetizado y es bueno y si hay algo que no está saliendo bien ante sus ojos, Él intervendrá y obrará porque no es un Dios indiferente y ha prometido no dejarnos a medias, pero además, porque su palabra, que es eterna, lo dice y si ella lo dice, Él lo hará, porque Él cumple su palabra.

Diciembre es un mes propicio para planear nuestros propósitos para el próximo año pero también es un mes en el que podemos llenarnos de la esperanza que nos otorga su amor incondicional y su gobierno sobre nuestra vida en todas las áreas. Recordar quienes éramos y lo que ha hecho en nosotros solo por amor es entender su fidelidad.

No hay una profecía específica para el 2025 pero si hay una verdad invaluable, así como ha estado con nosotros cada día de este año estará en el próximo año que comienza, porque su providencia para ti y para mí ya está asegurada y porque Él ya preparó el camino en el que espera vernos caminar junto a Él. Solo un spoiler final, es en ese camino donde siempre encontraremos la victoria, ese es su plan y Él cumplirá.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio, GVO.

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