El Merecimiento del Reino
Mateo 25:21 PDT: “Eres un buen siervo y digno de confianza. Como fuiste fiel con poca cantidad, te pondré a cargo de mucho.”

Este pasaje es un extracto de las tantas enseñanzas que Jesús nos dejó utilizando la figura bíblica de la parábola a modo de historia para que a través de ella nos fuese revelada una verdad espiritual. En este caso, hace referencia a un encargo o responsabilidad cuantitativa que un patrón hace a 3 de sus siervos antes de partir lejos, y precisa la Palabra que la distribución a estos fue: “conforme a su capacidad” ( versículo 15 del Capítulo 25).

La Palabra no explica qué capacidades tenían cada uno de los siervos, pero estoy segura de que el patrón sí lo sabía y distribuyó los talentos conforme a ello, lo cierto es que dos de ellos al regreso del patrón tenían el fruto de sus talentos multiplicados al doble y uno de ellos, al que le dieron un solo talento, escondió la encomienda por temor, por lo que al regreso de su amo no tuvo fruto adicional que restituirle. Como es esperable, a este último no le fue agradable la consecuencia de su no actuar, pues no se hizo merecedor de una mejor encomienda de parte de su amo, como sí ocurrió con los otros dos.

En este último tiempo he pasado afugias económicas, pues durante este año he estado cesante algunos meses, y ya desde hace algún tiempo atrás, aunque con trabajo he estado sin percibir el ingreso al que estaba acostumbrada. No puedo negarles que en algunos momentos me sentí atemorizada y sin saber qué hacer para cubrir todos los compromisos económicos me paralicé y entré en un estado de estupor que me hizo comprender en alguna medida la reacción del siervo que no dio fruto.

Pero entonces el Espíritu Santo en muchas ocasiones me redarguyó y mi Padre tuvo misericordia de mí y aún en contra de mi falta de ánimo luché y lucho cada día por buscarle en intimidad. Es entonces cuando comprendí que el enemigo a través del miedo puede hacernos eso, llevarnos a una falta de acción a una pereza espiritual para robarnos el merecimiento del Reino.

En esas noches o madrugadas de meditación, encontré en el susurro del Señor una palabra de esperanza, que me llamaba a entender que Él tenía el control, que a pesar de la carencia lo único que yo necesitaba era de Él, también me hizo saber que a veces es necesario estar apocados, disminuidos para poder reconocer Su Poder, El me colmo de Su misericordia y hasta el día de hoy pese a mis circunstancias, he tenido lo necesario. Él también me ha hecho saber que vencer el miedo a enfrentar la prueba de su mano nos hacer levantar la mirada a las cosas eternas de su Reino, y entender que cuando nos hacemos pequeños para el mundo, tenemos mucho mas de Él.

Hoy comprendo, como dice la Palabra que “esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria, no mirando las cosas que se ven , sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales; pero las que no se ven son eternas” 1 de Corintios 4: 17-18 RV1960

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio. OLAM

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