El Privilegio de Ser Hijo de Dios

Salmos 121:1-4 RVR1960: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel”.

Sabías que, ¿somos cuidados permanentemente por Dios? Hoy te lo recuerdo con un sí rotundo.

La protección divina opera cuando alzamos nuestros ojos hacia Dios, que hizo los cielos y la tierra; eso significa que reconocemos a Dios en nuestra vida, lo buscamos y le contamos nuestras cosas, ¿y sabes algo más?, a Dios le interesa tener una relación de amor y cuidado contigo.

El no permitirá que nuestros pasos sean hacia caminos de maldad, erróneos y sin sentido, él nos guía a propósitos maravillosos. Que plenitud nos da saber que su atención esta sobre todos nosotros todo el tiempo, cuida de nosotros y nos ayuda en todo. Que privilegio el que gozamos todos aquellos que sabemos Quién nos cuida celosamente, de día y de noche.

Te invito en este día a que goces de ese extraordinario privilegio.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (EA) #Mimetaescomprender

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