El Propósito de Dios en la Vida Laboral
Salmos 90:17 – NTV: “Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación y haga que nuestros esfuerzos prosperen. Sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!
 
Este pasaje es una oración que elevo hoy a Dios pidiéndole que bendiga y dé propósito a cada esfuerzo que realizo. Este versículo me recuerda que, al poner mis planes y mi trabajo en Sus manos, Él se convierte en mi guía y colaborador. Quiero que cada tarea y cada decisión que tomo reflejen mi vida en Cristo, y que la aprobación que busco esté alineada con Su ejemplo. No se trata solo de alcanzar metas terrenales, sino de vivir de una forma que haga visible Su amor, especialmente en mi relación diaria con mis colegas, jefes y colaboradores. Que, a través de este trabajo, pueda ser una bendición y un reflejo de Jesús en cada aspecto de mi vida laboral.

Quiero que Él me coloque en el mejor lugar, donde mi labor dé frutos que prosperen en Su voluntad y que, a través de ella, pueda ser de ayuda y luz para otros. Anhelo Su aprobación y Su favor, porque solo en Su gracia y con Su confirmación, mi esfuerzo puede tener un propósito eterno. No deseo labrar en el desierto, sino trabajar para Él y en Él, sabiendo que no estoy solo en cada paso que doy.

Amado Dios, pongo mi trabajo en tus manos. Te pido que seas Tú quien lo apruebe y lo guíe en cada paso. Que cada esfuerzo mío sea fructífero en Tus propósitos y no en vano. Confirma la obra de mis manos para que, a través de mi labor, otros vean Tu amor y Tu paz. Amén.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (LFSR)

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