Génesis 2:3 LBLA: “Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.”
Anteriormente vimos que el libro del origen de todas las cosas, Génesis, nos muestra que el Orden es un atributo del carácter de Dios y un principio de Su Reino puesto que a través de este establece Su gobierno y posteriormente, en la obra llevada a cabo por Dios a través de la creación, encontramos que traer orden es algo bueno en gran manera porque abre la puerta para ver el propósito de Dios.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios: Sea la luz y hubo luz.” (Génesis 1:1-3 LBLA)
En nuestro principio vivíamos como criaturas creadas por Dios, estábamos bajo el gobierno de nuestros propios designios, nuestro corazón estaba gobernado por nuestras emociones y deseos, apartados de cualquier semejanza al Señor. Nuestra vida no tenía un propósito definido y aunque alcanzando o no éxitos, descubrimos que teníamos un vacío que nada podía llenar y las tinieblas de nuestro pecado nos impedían ver nuestra necesidad de un Redentor, nos impedían ver que la forma de ese vacío era Su forma por eso nada más podía llenarlo, pero el Espíritu de Dios estaba allí moviéndose a nuestro alrededor, tocando la puerta y llamándonos a traer el gobierno de Dios a nuestra vida.
Ahora la vida del cristiano va en constante crecimiento y renovación. Poco a poco descubrimos que nuestra alma es como una casa donde hay muchas habitaciones, cada una encierra distintas facetas de nuestro temperamento y personalidad, en cada una queda guardada cada etapa de nuestra vida, con todo lo bueno y lo malo, lo que nos ha llenado de alegría y tristeza. No existe nadie que tenga toda su casa en orden, todos estamos en el proceso de ser perfeccionados, y éste sólo finaliza cuando partimos a la presencia de Dios.
Es por esto que, necesitamos identificar esa área o habitación de nuestra alma donde hay caos emocional, donde nos falta luz y todo está en tinieblas por eso parece fuera de control, no hay estabilidad, nos sentimos ansiosos, infelices o deprimidos porque no sabemos hacia dónde ir.
El Salmo 139 nos dice que Dios nos conoce tanto, y mejor que nosotros mismos, que aún antes que haya palabra en nuestra boca, ya nuestro Padre sabe todo lo que le vamos a decir, porque es el ÚNICO que puede escudriñar nuestros pensamientos, por eso sólo Él nos puede ayudar a traer orden en medio del caos de esa habitación que está aún en tinieblas pero donde el Espíritu Santo se mueve para traer el gobierno de Dios, porque puede ser una habitación que lleva mucho tiempo en ese estado y está causando estragos en toda la casa.
Por tanto, el propósito principal de traer el orden de Dios a nuestra vida es sanarnos. Dice un proverbio chino: “Tu pasado es historia, el mañana es un misterio, tu presente es un regalo, por eso se llama presente”. Dios quiere que aproveches al máximo el presente que te ha dado, por eso anhela sanarte primero para que puedas avanzar, porque él ha venido para tengas vida, y vida en abundancia, ya que después de traer orden podemos disfrutar del reposo de Dios e iniciar una nueva temporada.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KMR)
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