El Único Digno de Adorar
Apocalipsis 5:9-13 RVR1960: “y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.”
 
Este capítulo es conocido como la visión del rollo y el Cordero. En este pasaje, el apóstol Juan tiene una visión en la que ve un libro sellado con siete sellos en la mano derecha de Dios. Nadie en el cielo ni en la tierra es digno de abrir el libro, lo que causa angustia a Juan; sin embargo, un «Cordero que había sido inmolado» es el único que puede abrir el libro y desatar sus sellos. El cordero es Jesucristo, quien ha sido sacrificado por la redención de la humanidad. A través de su sacrificio, él tiene el derecho y la autoridad de revelar el futuro y el plan de Dios para el mundo.
 
No sé si a ustedes les paso, pero este capítulo y en especial la forma como es relatado, quebranta mi corazón y mi alma, porque muchas veces nos sentimos derrumbados, fracasados, incluso sentimos que fuimos abandonados porque “nuestros planes no salieron como queríamos” o “esa vida que soñamos no tuvo el final esperado”, incluso llegamos a cuestionar que fuimos abandonados y que nuestros ruegos y súplicas no fueron oídas porque por más que intentamos salir de una tribulación, y tratamos de avanzar en fe aun seguimos dentro del desierto, o incluso cuando algunos llegan a Canaán, los gigantes no los dejan ver la gran bendición de Dios en sus vidas…
 
Pero ¿sabes algo?, cada vez que estes atravesando por ese desierto y aun sientas que sigues divagando en ese molino, no cuestiones, más bien vete a la cruz y recuerda que Jesucristo es la clave para comprender y revelar el plan de Dios para cada uno de nosotros, y su sacrificio es lo que lo capacita para tener autoridad sobre el destino final de la humanidad y toda la creación. Pensemos en la magnitud del sacrificio de Jesús y su autoridad sobre nuestra vida, reflexionemos sobre cómo podemos confiar más en su plan y seguir su liderazgo en todas las áreas. Oremos pidiendo claridad y dirección en nuestro camino, sabiendo que el Cordero de Dios está de nuestro lado.
 
Nuestro Salvador merece ser el centro de nuestra adoración. Al recordar su sacrificio, encontramos consuelo y esperanza en medio de las dificultades. Alabemos a Jesús, el Cordero inmolado, con un corazón agradecido y compartamos su amor y redención con el mundo que nos rodea.
 
Como tarea del día los invito a que hoy encontremos momentos para alabar a Dios, no importa en la situación en la que hoy te encuentres. Ya sea a través de la oración, la adoración en canciones o la reflexión sobre su Palabra, busquemos centrar nuestro corazón en la grandeza de Jesucristo, y más en momentos de incertidumbre, recordarnos que ÉL es el Mediador que intercede y hace su voluntad en nosotros.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KGD)
#MiMetaEsAlabar

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