El valle de los Huesos Secos

Ezequiel 37:1-6 LBLA: “La mano del Señor vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu de Señor, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y Él me hizo pasar en derredor de ellos, y he aquí, eran muchísimos sobre la superficie del valle; y he aquí, estaban muy secos. Y Él me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor Dios, tú lo sabes. Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd la palabra del Señor. “Así dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor”. Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí, había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu en ellos. Entonces Él me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: “Así dice el Señor Dios: Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán”. Y profeticé como Él me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército. Entonces Él me dijo: Hijo de hombre, todos estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: “Así dice el Señor Dios: He aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, el Señor he hablado y lo he hecho” – declara el Señor”.

El valle de los huesos secos ha sido objeto de varias interpretaciones. En la superficie de la tierra, las montañas son los lugares altos, que representan los estados más elevados de nuestro espíritu conectado con el Espíritu de Dios; mientras que los valles son los lugares bajos, que representan los niveles más bajos de nuestra vida espiritual.

Los huesos representan aquellas áreas muertas de nuestra vida que no hemos entregado al Señor. Un hueso no puede hacer nada, pero el esqueleto ofrece un medio por el cual los músculos pueden hacer su trabajo. Entonces, nuestra vida natural, en sí misma, es fría y muerta, hasta que recibimos la verdad de Cristo y la atesoramos en nuestro corazón. Está claro que Dios sopló aliento de vida en nosotros porque tenemos un presente y un futuro más allá del que los afanes y riquezas de este mundo nos puedan ofrecer.

Recuerda que este mes nuestra meta es ¡COMPRENDER! Por tanto, abracemos esta promesa de vida, si en Él tenemos la certeza de que no importa cuán grande sea el milagro que estemos esperando, no importa que en estos momentos solo tengamos huesos secos, Él soplará aliento de vida, su santo Espíritu, para que aquello a lo que Él nos ha llamado se convierta en realidad.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (LG)

#MiMetaEsComprender

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