Jeremías 33:3 NVI: “Clama a mí y yo te responderé, y te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes.»
Te has preguntado algún día, ¿cómo hacer las cosas que debes hacer de manera correcta? Siempre he pensado que hay una revelación diaria para los hijos de Dios, que nos hará caminar por la senda adecuada para llegar a un puerto seguro y no es con nuestro conocimiento ni a nuestra manera que lo lograremos.
Nuestro Padre, el Rey del universo, quiere compartir una porción de su sabiduría con nosotros. En Santiago 1:5 la palabra del Señor nos dice que si a alguno de nosotros nos falta sabiduría podemos pedírsela a Dios y Él nos la dará, pues Dios da a todos generosamente, sin menospreciar a nadie.
Su palabra también dice, “porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios”, en Proverbios 2:6 NVI. A pesar de esto, nosotros queremos ser sabios en nuestro propio entendimiento y no buscamos a la Fuente de la sabiduría para tomar decisiones.
Podemos levantarnos cada día seguros de que las repuestas a todas nuestras preguntas, inquietudes, la estrategia perfecta y la dirección acertada están en Su palabra, que a su vez nos revela los planes y secretos del Reino de los cielos. Pero, si tenemos al Padre que creó todo para sus hijos, a Cristo Jesús, nuestro Salvador que nos lleva hasta el Padre, y el poder del Espíritu Santo, ¿por qué nos falta tanta sabiduría en nuestro andar? Es necesario que las verdades reveladas a nuestro espíritu nos hagan caminar en fe y convencidos de que lo que estamos creyendo es real.
“Con el orgullo viene la deshonra, con la humildad, la sabiduría”, dice Proverbios 11:2 NVI
Necesitamos humildad para acudir a las escrituras convencidos de que sin una revelación de la sabiduría y conocimiento del Padre no podríamos. Y más aún, convencimiento de que si las cosas no salen como las esperábamos, si le amamos Él las tornará para nuestro bien (Romanos 8:28).
“Al tonto no le interesa aprender, sino mostrar lo poco que sabe”. (Proverbios 18:2TLA)
Es tiempo de dejar de pensar que podemos vivir buenamente sin la guía del Padre. Él está, su Verbo encarnado está, su palabra que es nuestro manual de guía, su plan está, su propósito, las obras que estamos llamados a hacer, su estrategia está, sólo faltamos nosotros con la actitud correcta, dispuestos a recibir ayuda divina de manera humilde y enseñable.
Hoy, pidamos al Señor por una revelación especial a nuestro interior y la capacidad de entender Su instrucción sin argumentos, dejando de lado el intelecto o los reclamos. Él es Dios, permitamos que realmente sea él quien gobierna nuestra vida.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (GVO)
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