“Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.” HEBREOS 4:10-11RVR1960
La Palabra reposo viene resonando fuertemente por estos días por voluntad del Espíritu Santo, me fue necesario, por tanto, recordar cómo nos instruyen los profesionales de salud respecto a la importancia del correcto reposo físico y emocional, invitándonos a tener conciencia de nuestra respiración como nunca antes, analizando incluso el movimiento ascendente y descendente del vientre al inhalar y exhalar, hacerlo de manera lenta y pausada para profundizar en el proceso, de tal manera que los músculos se relajen y podamos entrar en la segunda etapa del reposo, una donde se incrementa la actividad reparadora y cerebral. Con lo anterior comprendí que, desde lo biológico, cuando en apariencia mi cuerpo se encuentra en reposo, es justamente allí cuando la mayor y más relevante actividad se esta llevando a cabo: la regeneración interior.
Qué tremendo es que como Cristianos entendamos el poder del reposo en Jesús, lo biológico es apenas una sombra de lo espiritual, cuando logramos la quietud en la presencia del Señor, y podemos confiar en su perfecto control, gozándonos en lo perfecto de su plan, es cuando sucede en nuestro espíritu la mayor transformación, vivificación y restauración; es allí donde sin hacer más que escondernos y disfrutar de su presencia, somos beneficiarios de la más poderosa actividad en nuestro interior; lo que me llevó a concluir que el reposo es una parada en pits, un alto para que el Espíritu Santo proceda a reparar, aceitar, poner las piezas en orden, recargar las baterías para reiniciar con renovadas fuerzas mis actividades diarias.
Pero ¿estamos siendo obedientes? Hebreos nos recalca en el capítulo 4 versículo 10: “Procuremos, pues, entrar en aquel reposo”, el Cristiano que no entiende la trascendencia de su reposo verdadero en la presencia del Espíritu Santo y no lo procura de manera permanente, está llevando la carrera de la fe como si compitiera en un ”automóvil” desgastado, con un motor sin aceite y sin carga de batería, ¿podemos imaginar eso? Será entonces su vida Cristiana un recorrido doloroso e incluso vergonzoso.
Amados, ha llegado el momento de mirar lo que sucedió con el pueblo de Israel en el desierto por su desobediencia y negarnos a seguir tal ejemplo e invitar a otros a hacerlo, pues estaríamos desaprovechando una nueva oportunidad que nos ofrece nuestro Dios diariamente para reencontrarnos con nuestra verdadera esencia, aquella que viene de la mano de Jesús y que nos catapulta a vivir una vida verdaderamente abundante.
Te rogamos Señor para que nos permitas comprender y experimentar el trasfondo maravilloso del verdadero reposo en ti Padre y Señor mío, permítenos hacer un alto en el camino que ponga en evidencia las asechanzas ocultas del enemigo para que en obediencia tuya sean estas maquinaciones renovadas por aquellas que tú guardas con celo para nosotros. Te lo pedimos y rogamos Señor Amén y amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (FJCG).
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