Este es el Tiempo
Lucas 4:19 RVR1960:A predicar el año agradable del Señor.”

A modo de contexto, en la primera parte de este capítulo Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo donde ayunó cuarenta días con sus noches como preparación para el inicio de su ministerio. En este interregno fue tentado de múltiples maneras por satanás, quien al final, tuvo que apartarse porque el Señor no cedió ante sus provocaciones e incitaciones.

Es así como, JESUS comienza su servicio y, después de estar un tiempo en Galilea, llega a su ciudad natal, Nazaret. Estando en la Sinagoga, lleno del Espíritu Santo se levanta a leer una porción del texto de Isaías (61), el cual hace alusión a su llamado, esto es, llevar las buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, pregonar libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, otorgar libertad a los presos, en conclusión, a PREDICAR EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR.

Y es justamente en el versículo 19, en el que se centrara esta reflexión, a fin de brindar un énfasis especial al  tiempo del jubileo o año de la libertad, el cual fue estatuido por Dios para que, aquellos que hubieran perdido su posesiones las recuperaran, se otorgara libertad a los esclavos, se acogiera a los forasteros y extranjeros, se prohibiera la usura y quienes no tenían como pagar sus deudas no cayeran en esclavitud, en pocas palabras, era un momento propicio para la restitución, liberación y sanidad (Levíticos 25).

Este es el tiempo que el Señor vino a predicar y del cual gozamos hasta la fecha, es un momento en el que Dios puede ser hallado a través de la oración (Salmos 32:6), es el tiempo propicio para buscarle (Salmos 69:13), es el día de la salvación (Isaias49:8), y finalmente, es la era para escuchar la voz de Dios y no endurecer nuestros corazones (Salmos 95:7).

Vivamos con la conciencia de que no hay tiempo como el que estamos experimentando, en donde los cielos han sido abiertos para que nuestros ruegos sean escuchados, para conectar con nuestro creador y salvador de formas que nuestros predecesores en el Antiguo Testamento no pudieron imaginar, estamos en el periodo del jubileo espiritual, en el cual el Señor Jesús nos ofrece, libertad, sanidad, salvación, reparación, paz, gozo y todos sus beneficios, gratuitamente. Así que, disfrutemos del AÑO DE LA LIBERACIÓN y pregonemos (así como lo hizo el Señor) que este favor está al alcance de todos sin excepción.

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio, PHMM

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