Estopa en Horno Ardiente
Malaquías 4:1-6 RVR1960 “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”
El anterior aparte bíblico son las últimas palabras contenidas en el antiguo testamento, una revelación donde el profeta Malaquías hace una definitiva advertencia; Allá ustedes si dejan que la soberbia y la maldad continúe haciendo estragos en sus vidas, porque de ser así; fuego que arde en horno será vuestro destino y nosotros un simple pedazo de estopa, esa fibra de lino que se usaba en la época para avivar estrepitosamente el fuego sucumbiendo de igual forma en este.
Esta profecía tuvo lugar cerca de 430 años previos a la venida de Jesús, fue este tiempo el lapso que divide el antiguo del nuevo testamento e inmerso allí, Malaquías había anunciado la llegada del más grande, Jesús. Casi cinco siglos entre la profecía y la materialización de la misma, siendo claro el profeta en que, si le tememos a su nombre, si disponemos nuestras vidas a cumplir su Palabra diligentemente, nacerá en nuestros corazones el Sol de su justicia, es decir que lo puro será realmente nuestro anhelo, saldremos y saltaremos como ganado joven de la manada exentos del calcinante fuego que se aproxima, que no ha llegado aún pero que embiste estruendosamente anunciando la segunda venida de Jesús. Así que para qué posponer la gloria hermanos, demos ese paso que cruza el Jordán hacia la tierra prometida, pongamos en acción el amor de Jesús en nuestras vidas cumpliendo sus lineamientos contemplados en las Escrituras; orémosle, alabémosle, dignifiquemos su nombre, esta es la hora de la reconciliación verdadera con nuestro diseño original, tiempo de volver nuestro corazón al orden divino.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra – Casa de Refugio FJCG

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