“Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece. Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.” Eclesiastés 1:4-7 RVR1960
Días atrás recibí nuevamente la noticia de un familiar de mis afectos victima de esta enfermedad extraña del covid 19, uno más de una abultada lista. Entre la tristeza y el desasosiego me topé observando el océano, esta vasta extensión acuosa y fue allí, cuando me atreví a preguntarle al Señor: ¿Por qué murió mi primo? La respuesta del Padre Celestial no se hizo esperar, al ver las olas que iban y venían, Él reconfortó mi alma mostrándome que pase lo que pase, suceda lo que suceda, la vida debe continuar su ciclo; que lo trascendental no es el número de días que estaremos en la tierra, sino cumplir la misión que Dios nos ha encomendado: “Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece” Ec 1:4 RVR1960;
Al continuar observando el mar, pude ver como con el choque de las olas entre si mantiene el oxígeno que encapsula el océano, siendo el movimiento lo que evidencia la vida que en él hay, así mismo, ayudado por el sol, su agua se evapora y viaja por los vientos al lugar donde la tierra sedienta clama por lluvia, llevando vida donde había aridez: “Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo” Ec 1:5-6 RVR1960. Amados, allí comprendí para aliento de mi corazón, que nuestro Sol de Justicia, el Señor Jesucristo es quien nos da la fortaleza para continuar en movimiento a pesar de las fuertes pruebas, Él es quien con su fuego nos “evapora” y con ello transforma nuestro estado y nos lleva por medio de su Espíritu Santo (viento) a ser, a través de la palabra de salvación, refrigerio para quienes están sedientos de su amor.
Iglesia, nuestro Padre Celestial quiere hacer algo verdaderamente perdurable con nosotros, dejemos pues una huella indeleble en la humanidad, la cual solo puede suceder si nos permitimos ser usados por el Sol de Justicia, para así alumbrar con el fruto del Espíritu Santo esta humanidad en tinieblas. Tomemos la Palabra de Dios y hagámosla verbo, porque escrito esta: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24:35 RVR1960
Señor, te damos gracias Padre por permitirnos comprender el valor de la vida, su origen y su fin: TU. ayúdanos a tener una existencia transformada en ti, donde tu servicio y amor sea una lluvia de salvación para todos los que conocemos, que la verdad de tu Palabra nos gobierne para ser como el agua, que sirve incesantemente a la tierra, ayúdanos a continuar sirviendo a pesar de la adversidad, te lo pedimos y suplicamos Señor Amén y amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (FJCG)
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