Vamos por la segunda parte de nuestra serie descubriendo los excesos que en Dios están permitidos y que al contrario de lo que generalmente representan los excesos en la vida, estos actúan como conectores de la presencia de Dios y nos llevan a vivir bajo los principios de Su Reino.
1ra Tesalonicenses 5:18 (TLA) nos dice: “Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.”
Si hay algo que no nos puede faltar en la vida y que debemos tener en exceso son ACCIONES DE GRACIAS para el Señor. Cuando nos enfocamos en lo bueno el resultado es una actitud de agradecimiento, por tanto necesitamos cambiar el lente con el que vemos las cosas y ver el mundo desde la BONDAD de Dios, no desde la amargura y el descontento, porque Su bondad nos lleva al arrepentimiento.
La biblia nos habla del rey David, perseguido, acechado por sus enemigos, quien mirando su vida con el lente de la bondad divina, recuerda que fue un humilde pastor y que desde cualquier circunstancia, por oscura que sea, Su gran Pastor esta siempre con él, por tanto nada le hará falta, por eso puede agradecerle y llenar su corazón de gratitud, lo que es una muestra de adoración, porque aun cuando no hay ni el más mínimo deseo de agradecer, si levantamos nuestra voz en gratitud, eso es adoración.
“Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza.” (Salmos 23:4 TLA)
Cuando mi estilo de vida es la gratitud y aprendo a vivir en este exceso, sé que Dios no me va a librar de la tormenta, o va a evitar que pase por el fuego de la prueba, sino que a través mi corazón agradecido, voy a conectarme con Su presencia para remontarme a las alturas y ver las circunstancias como Él las ve, como una oportunidad de que yo, siendo tan vil, sea una muestra de Su gloria.
Cuando mi estilo de vida abunda en acción de gracias al Señor, puedo vivir bajo el gobierno de Jesús y sé que no tengo enemigos terrenales, que mi batalla la gano a Sus pies y que las personas no están contra mí, sino el enemigo a través de ellas.
Que todo lo que hagamos sea con gratitud, reconociendo que es Dios quien nos da la vida, la salud, las fuerzas, las capacidades y abre camino aún donde no lo hay para que podamos cumplir con Su propósito y mostrar el contraste de Su poder en nuestra vida.
“Y que la paz que viene de Cristo gobierne sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y SEAN SIEMPRE AGRADECIDOS.”, nos dice Pablo en Colosenses 3:15 (NTV)
¡Que el exceso de acciones de gracias para el Señor sea nuestro estilo de vida iglesia! Que podamos darle gracias bajo cualquier circunstancia, porque eso es lo que nuestro Padre espera de nosotros, y qué mejor que hacerle sonreír. ¡Bendiciones!
Devocionales Refúgiate en Su Palabra – Casa de Refugio (KMR)
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