Terminamos nuestra serie aprendiendo desde la biblia, acerca de 3 excesos permitidos por Dios para la vida del creyente, pueden existir más claro está, pero hemos desarrollado tres trascendentales para enriquecer nuestra relación con Dios porque cumplen el propósito de acercarnos y conectarnos con Él.
Entonces, recordemos que debemos vivir en exceso de: Oración, Acciones de Gracias para con Dios y finalmente, necesitamos vivir en el exceso de mostrarnos VULNERABLES ante Dios, ¿qué significa esto?, vamos al inicio de todas las cosas, porque es la caída del hombre la que nos da luz para entender mejor este asunto:
“En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas. Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles.” (Génesis 3:7-8 TLA)
La imagen de fragilidad del hombre podemos verla desde el momento mismo de su creación. En el diseño original de Dios, la vemos representada en su desnudez. A pesar de ser diseñado para gobernar, el hombre también fue diseñado para ser dependiente, ¿de quién?, de Su Creador. El hombre mantenía un diálogo continuo y una relación fraternal con Dios, Su Padre, al punto que él le confió la tarea de administrar Su creación, pero ¿qué pasó con la caída? El hombre se dio cuenta que estaba desnudo, fue consciente de su vulnerabilidad frente al resto de la creación, sin embargo, en lugar de exponerse ante Dios buscó ocultarlo y esconderse de él, la relación de paternidad se fracturó para siempre.
Vemos que el primer sentimiento FUERA de la presencia de Dios fue el miedo. Entonces, ¿qué tiene que ver esto con nosotros? ¡TODO! Porque cuando expongo mi fragilidad ante Dios esto actúa como un imán de Su poder sobre mí. Esconder mi situación que puede ser un pecado, miedos, frustraciones, depresión, es un síntoma de miedo que sólo me está llevando a ser hipócrita y actuar con orgullo.
Debemos y necesitamos ser vulnerables ante el Señor porque eso hace parte de Su diseño original. El deseo de Satanás es malentender nuestra vulnerabilidad para actuar basados en nuestro ego y con miedo, para aislarnos, no sólo del Señor, sino también de los hermanos en la fe. Aislarnos sólo nos lleva a vivir los procesos en soledad, vulnerables no ante Dios sino ante nuestras debilidades y el mundo, lo que nos lleva a trabajar basados en nuestra autosuficiencia y no bajo el poder de Dios, sin encontrar en mis hermanos en la fe, el apoyo que espiritualmente necesito, en oración, por eso es mejor estar aliados que aislados.
Jesús, 100 % hombre, vino a este mundo también desnudo, sinónimo de su fragilidad, por eso necesito la comunión con el Padre. La máxima muestra de su vulnerabilidad la vemos en Getsemaní, expresando su angustia y terror al saber que estaba cerca la hora de la cruz con toda su humillación y crueldad, por eso dice, “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa.” (Lucas 22:42); tan vulnerable estaba en ese momento que un ángel vino para fortalecerle. Además, recordemos que Jesús no fue sólo a Getsemaní, se llevó a sus discípulos más cercanos, Pedro, Santiago y Juan con él (Marcos 14:33), ¡no vivió este proceso sólo!
Mi vulnerabilidad sólo apunta hacia CRISTO y me acerca al diseño original, viviendo la paternidad de Dios, por eso es un exceso que necesito. No sólo me lleva a identificarme con Cristo, sino que me conecta con el Padre. Tenemos un hermoso ejemplo con Job, quien al final de su proceso expresa: “Lo que antes sabía de ti era lo que me habían contado, pero ahora mis ojos te han visto, y he llegado a conocerte. Así que retiro lo dicho, y te ruego me perdones.” (Job 42:5-6 TLA). Job expone su error, a pesar de ser justo no había entendido el porqué de su proceso, reconoce cuan frágil es ante Dios y recibe una poderosa respuesta, así como la restitución y restauración en su vida.
Amado en Cristo, no vivas tus procesos difíciles aislado. Actuar bajo el miedo es el propósito de Satanás para aislarnos, de tal forma que terminemos dando círculos en el desierto, se retrase el propósito de Dios y no mostremos el contraste de Su gloria en nuestra vida. Recuerda: ¡mejor aliados que aislados!
Devocionales Refúgiate en Su Palabra – Casa de Refugio (KMR)
Leave a Reply