HÁGAMOSLO DE CORAZÓN

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Colosenses 3:23-24 RVR1960

Hacer las cosas con el corazón es hacerlas con Amor, es entender que ese es el condimento especial que hace que la vida se torne deleitosa, pues produce un sabor de plenitud indescriptible y excepcional.  Con Amor se han dado los pincelazos que han convertido un simple lienzo en una majestuosa obra de arte, por Amor se ha ajustado las notas musicales en una tonada que eriza la piel. En el nombre del Amor se han escrito las obras literarias más hermosas que toman fuerza en sutiles momentos de inspiración, unos les llaman “musa”, otros dicen que tienen una “conexión profunda,” pero lo único que es verídicamente cierto es que Dios es Amor: «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» 1 Juan 4:8 RVR 1960, luego entonces todo hijo de Dios es un depósito de amor, y todo lo que obre debe honrar a su Padre.

En consecuencia, debería ser sencillo concluir que el “hacer” del Cristiano en la tierra es una manifestación del Servicio amoroso de Cristo a los hombres, por lo tanto, cada Creyente es un siervo del amor, y sin amor no hay servicio a Dios: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” 1 de Corintios 1:1-3 RVR 1960.

Iglesia, seamos unos profesionales del amor bajo el principio de la fe, deleitemos al Señor JESUS sirviendo a los otros, como si le estuviera sirviéndolo a Él; es la única forma idónea de marcar la vida de los que nos rodean. En mi caso, todavía recuerdo esos gozosos viajes de niño al pueblo donde vivian mis abuelos paternos, donde luego de un recorrido polvoriento en bus, entrabamos a aquella casa de alegría incomparable donde se podía sentir el olor a leña, la presencia de los primos y en especial encontrar a mi abuela preparando los mejores amasijos que jamás probaré, llámese pan, bizcocho o almojábana,  las colaciones de mi abuela tenían un ingrediente que no se puede conseguir en ningún mercado: su amor; pues cuando sus nietos participábamos en la elaboración, así fuera de la misma masa, no tenía el mismo sabor, a lo que ella respondía con una tierna sonrisa: “Muchachos, las cosas que se hacen con Amor, saben mucho mejor”; Sin duda, a sus años había aprendido esta verdad:  1 Corintios 16:14 DHH: “Y todo lo que hagan, háganlo con amor.” Y con su obrar amoroso, marcó nuestras vidas para siempre.

Señor, te damos gracias por permitirnos comprender el valor de amar y servir a nuestro prójimo como si estuviésemos sirviéndote a ti; permítenos ser profesionales de tu Amor en todo lo que emprendamos, para marcar con tu sello todas las vidas que nos rodean, que vivamos y actuemos conforme a la fe siempre; has del servicio al prójimo una pasión en nuestras vidas. Amén.

2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (FJCG)

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