Hay Victoria en el Conocimiento de Cristo
2 Pedro 1: 2-3 PDT: “Que Dios les dé cada vez más de su generoso amor y paz a través del conocimiento que ustedes tienen de Dios y de nuestro Señor Jesús. Con su poder divino, Jesús nos da todo lo que necesitamos para dedicar nuestra vida a Dios. Todo lo tenemos porque lo conocemos a él, quien nos llamó por su gloria y excelencia.

El apóstol Pedro dirige esta carta a una red de iglesias de Asia Menor. Se acerca su muerte y sus cartas cobran una mayor trascendencia, porque él mide cada una de sus palabras para dejar lo necesario a sus hermanos en la fe retándolos con un mensaje.

Pedro nos dice algo sencillo, concreto, pero tremendamente poderoso. El conocimiento de Cristo, de Dios, es la principal fuente de provisión de amor y paz que tiene cada creyente. Recientemente comprobé esta verdad, porque enfrenté momentos literalmente agobiantes al punto de sentir mucho desasosiego, soledad, frustración, nada lograba darme paz. Hasta que me detuve y decidí soltar cada una de mis cargas, rendir cada una al gobierno de Jesucristo en mi vida y decirle, no me detendré a pensar un solo segundo más en todo esto, voy a ocupar mi mente contigo porque tú eres suficiente para mí, esto tiene que ser una realidad en mi vida y así será, me ocupo en ti y tú ocúpate del resto. Hoy puedo decirles, que sólo ocuparme en el conocimiento de Cristo me libró de una fuerte crisis emocional y física, mi mente y mi cuerpo literalmente, la semana siguiente, estaban mejor; sin necesidad de medicamentos, ni terapias, ni dietas, ni meditaciones. Por supuesto, no estoy en contra de ellas, pero debo decir que generalmente acudimos primero a todas esas cosas antes de detenernos, cambiar el rumbo que llevamos, organizar nuestra mente y dedicarnos a estudiar y meditar de Cristo.  

Sabes, descubrí que está científicamente comprobado, que cuando aprendemos algo nuevo, en nuestras neuronas empiezan a crecer unos hilos muy finos que se van extendiendo hasta conectarse con otras neuronas, dando lugar al nacimiento de lo que se conoce como caminos neuronales, pero si estos caminos no se refuerzan con más información, las mismas neuronas destruyen estas conexiones, pero si estos caminos se fortalecen repitiendo esa idea, se crean más hilos que se convierten en autopistas neuronales, y si la idea se repite en el tiempo, las neuronas recubren estas autopistas con una sustancia cristalina que hace que esa idea, creencia o hábito se fortalezca aún más. Es por eso por lo que para transformarnos no basta con tener ganas, es necesario repetir, reforzar las nuevas ideas, creencias y hábitos teniendo metas y acciones constantes cada día.

¡Pedro no tenía ni idea de esto!, pero Aquel que lo inspiró a escribir estas palabras sí, porque fue el mismo que nos creó. Así que para tener Vida Espiritual, necesitamos reforzar nuestro conocimiento de Cristo, explorando en la palabra y en su presencia, de tal forma que nuestras autopistas neuronales respondan cuando nos encontremos en momentos de dificultad, tristeza, dolor, confusión, es allí cuando eso que creemos de él, que esta reforzado aún en nuestro cerebro, nos saca a flote. Por eso hoy te digo, no te preocupes, mejor ocúpate porque hay victoria en el conocimiento de Cristo.

 2 Pedro 1: 5-8 PDT: “Como ya tienen esas promesas, esfuércense ahora por mejorar su vida así: a la fe, añádanle un carácter digno de admiración; al carácter digno de admiración, añádanle conocimiento. Al conocimiento, añádanle dominio propio; al dominio propio, añádanle constancia; a la constancia, añádanle servicio a Dios; al servicio a Dios, añádanle afecto a sus hermanos en Cristo y a ese afecto, añádanle amor. Si todas estas cosas están presentes en su vida y aumentan, entonces no serán gente inútil y no habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo.”

Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (KMR)

Leave a Reply

Your email address will not be published.