“Y llamó al niño Icabod, diciendo: “¡la gloria ha sido desterrada de Israel!”, por haber sido tomada el Arca de Dios y por la muerte de su suegro y su marido. Dijo, pues: “la gloria ha sido desterrada de Israel”, porque había sido tomada el Arca de Dios.” (1 Samuel 4:21-22 RVR95)
Durante los últimos meses hemos aprendido lo fundamental de vivir en la gloria de Dios. Cómo a través de una vida de alabanza y adoración, de una vida apartada, en santidad y dedicada a tener intimidad con Dios se puede disfrutar de elevarse a las alturas para descansar en Su gloria. Sin embargo, ¿es posible que podamos vivir por fuera de la gloria de Dios? O ¿tenemos la garantía de su gloria permanente en nuestra vida, independientemente de lo que hagamos? Ante esto, el pueblo de Israel no da una gran enseñanza.
El panorama del capítulo 4 del libro de 1ra de Samuel no tiene muy buen aspecto. Ya no vemos al pueblo escogido por Dios ganando sus batallas, estaban perdiendo frente a los filisteos porque habían perdido la razón de todas sus victorias. El Arca del Pacto simbolizaba la presencia de Dios en medio del pueblo de Israel. Eran tiempos críticos porque ésta había sido robada por el enemigo, lo que significaba que Dios ya no estaba allí, ya no estaba con ellos.
CABOD una palabra hebrea que significa: “de gloria”, es usada para hablar de la dimensión de la gloria de Dios. ICABOD significa: “la gloria ha partido” o “sin gloria”. Para su desdicha, el hijo del sacerdote Finees y nieto del sumo sacerdote Elí, no nació como una señal de esperanza, sino de juicio, proclamando el tiempo de la justicia de Dios, una alerta roja para el pueblo de Israel. Y ¿qué fue lo que llevó al pueblo de Israel a perder la dimensión de la presencia de Dios, lo que produjo este ICABOD?
Los líderes espirituales y los gobernantes estaban viviendo un liderazgo corrupto (1 Samuel 2:12-25). Elí y sus hijos, quienes eran los líderes espirituales en Israel, fueron una mala influencia, a pesar de que fueron confrontados por Dios ellos siguieron en su pecado. El liderazgo demanda SANTIDAD e INTEGRIDAD, tener un estilo de vida en el que cada día se debe crucificar la carne para que el Espíritu de Dios sea quien realmente gobierne en nosotros.
El pueblo perdió el verdadero significado de la presencia de Dios. No hay ni un solo destello de arrepentimiento o quebrantamiento del pueblo de Israel en este pasaje de la biblia, podemos leer todo el capítulo 4 y lo que encontramos es que, en lugar de pedir perdón a Dios los israelitas tomaron el Arca como un amuleto. Hoy en día no estamos muy lejos de esto, pensamos en Dios solamente en tiempos de necesidad o enfermedad, acudimos a Dios sólo cuando estamos pasando por una situación difícil, pero tan pronto somos bendecidos nos olvidamos de permanecer en Su gloria, descuidamos la santidad y la intimidad con Dios y con Su Espíritu.
Los filisteos tomaron el Arca y la pusieron en sus templos junto con sus ídolos, lo que trajo juicio al punto que ya no la querían entre ellos (1 Samuel 5:1-12). Nuestra responsabilidad es “llevar el Arca”, que otros deseen lo que nosotros tenemos. Somos templo de Su Espíritu, Su presencia está con nosotros, sin embargo, somos conscientes de ello, al punto que ¿lo pensamos antes de entrar en cualquier lugar? Nuestra vida debe ser un constante caminar en el CABOD porque ahora YO SOY EL ARCA DONDE EL HABITA y en cada uno de nosotros Él quiere proyectar Su gloria.
Tiempo de Hablar con Dios: Bendito Salvador, a Ti doy toda la gloria y el honor porque eres Digno. En este día quiero pedirte perdón si he tenido en poco tu Presencia, si realmente no he entendido el significado de vivir en tu gloria y la responsabilidad que tengo de ser el lugar donde Tu habitas. Perdóname porque mi vida no ha sido el reflejo de vivir en el Cabod, quebrántame y transfórmame para que otros sean testigos de Tu presencia en mí, más de Ti y menos de mí Señor. En el nombre de Jesús, amén.
2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)
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