“Pero Jehová estaba con José, quien llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa del egipcio, su amo. Vio su amo que Jehová estaba con él, que Jehová lo hacía prosperar en todas sus empresas. Así halló José gracia a sus ojos, y lo servía; lo hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, tanto en la casa como en el campo” Génesis 39:2-5 RVR95
En los relatos de Genesis leemos que José fue vendido a un hombre llamado Potifar, quien es descrito como el “capitán de la guardia” un hombre con el que no se podía jugar dada su implacable experiencia militar; otros se refieren a Potifar como el “Jefe de los Verdugos” con poder sobre la vida y la muerte; sin embargo, José no solo se adaptó a su situación precaria de esclavo sino que supo prosperar en ella contra todo pronóstico, dado a que cada pensamiento, cada palabra, cada decisión tomada fue acordada e inspirada en el Propósito de Dios, en resumidas cuentas: Jehová estaba siempre con él; ese fue su más grande secreto y su gran legado para la humanidad.
Es curioso que, en un aparte tan corto como el citado en este devocional se refiera cinco veces a que Jehová estaba con José, claramente no se trata de una casualidad, se trata de una confirmación o ratificación de que aquel hombre formado en el rechazo, la soledad, la privación y las falsas acusaciones; realmente siempre tuvo a su favor al Creador del universo, aunque su realidad pareciera reflejar lo contrario. José el Soñador supo entregar su corazón sin límites a Jehová, le dio acceso ilimitado, le permitió hacer su deseo a pesar de la precariedad de su condición social y familiar, es por eso que vez, tras vez, Jehová lo hizo prosperar en todo lo que sus manos tocaban; incluyendo las empresas de Potifar. La sanidad de su corazón fue el terreno perfecto para cosechar amor y servicio a Dios, llevando su gloria a naciones enteras, cosecha que aún hoy día continúa bendiciéndonos a través de las escrituras.
Qué necesario es entender que nuestra condición espiritual no se mide por las apariencias, por las circunstancias, por el estándar mundano del éxito. Este hombre tremendamente exitoso en Dios, vivió gran parte de su recorrido terrenal siendo víctimas de injusticias, sin embargo jamás se dejó engañar, él siempre supo que su Dios estaba con él; las escrituras enfatizan esta sublime verdad que un día sería sacada a la luz, llegando el tiempo de la restitución y la exaltación de José. “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes” Salmo 27:13 RVR60
Señor, hoy te entregamos la llave de nuestro corazón para que seas tú quien reine en él a pesar de toda circunstancia. Te suplicamos que nos des en donde José hijo de Jacob recibió, bendícenos con la capacidad de entender que estas en control aun de lo que no entendemos, y que un día en cumplimiento de tus promesas todo será manifestado. Somos tuyos, tómanos Señor, que nuestro corazón sea como trampolín de Amor para servir en tu Reino y en las naciones de la tierra. Te lo pedimos y rogamos Señor, Amén, amén y amén.
2021 Año de Su Propósito – Casa de Refugio (FJCG)
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